El San Fernando viaja a Guadalajara para enfrentarse a su mala fortuna

El San Fernando contra su mala suerte. Podría ser el título de la película que esta tarde protagonizarán los isleños en las lejanas tierras de Guadalajara. El entrenador azulino, Antonio Iriondo, está metido en un atolladero. Su plantilla es corta (y cobra con cuentagotas) y las exigencias de la Segunda B ya se están notando en el físico de los pocos valientes que defienden el Bahía Sur cada domingo.

La primera herida está causada por la sanción por acumulación de tarjetas del central Wicha, uno de los futbolistas más fiables del plantel isleño. Su baja será cubierta por Germán, que no lo ha hecho mal cuando ha tenido que acudir al rescate.

La segunda sutura será necesario aplicarla en la delantera. El camerunés Lionnel Franck, que asombró con un hat-trick en la primera jornada de competición y luego dejó de hacer méritos, tiene problemas en una de sus rodillas y está descartado. Puli, el pistolero más rápido de los azulinos, también tiene muchas opciones de tener que dejar descansar sus revólveres. El pubis le está matando y el cuerpo técnico prefiere dejarlo descansar a que se termine de morir y no pueda contar con él resto de la temporada. Quini es el suplente para la punta del ataque. Eso, o Javi Casares se adelantará para aprovechar su buena sintonía con el gol.

Pero lo peor son la multitud de achaques que afectan al equipo. Merino también padece problemas de rodilla. El canterano Regino puede hacerle el turno en el lateral izquierdo. Iván Guerrero sufre molestias lumbares. Jugará porque no hay otro. Selu aún se recupera de la gastroenteritis que ha padecido durante gran parte de la semana y el resto ya nota la acumulación de kilómetros en las piernas.

Frente a los isleños, un Guadalajar necesitado, en puestos de descenso y que no gana en casa desde la primera jornada. Aún así, es un bloque sólido que puede ganar un duelo a cualquiera.