MUESTRA. Dos de las obras de la exposición de Luis Quintero, ayer en Benot. / VÍCTOR LÓPEZ
Cultura

'En algún lugar' cierra en Benot la trilogía sobre la utopía de Luis Quintero

La muestra en la que el gaditano mezcla disciplinas estará abierta hasta el 23 de noviembre y completa el discurso de 'En ningún lugar' y 'Tempus'

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El agitado cóctel de pensamientos al que llaman Luis Quintero rechaza la pureza. Con los años se ha dado cuenta de que le repugna. Le da «alergia», le salen «ronchitas». Por eso utiliza el concepto de interdisciplinareidad, esa palabra tan fea pero con resultados tan bellos y con tanta altura como En algún lugar, la muestra que se puede visitar en la Galería Benot de Cádiz.

La mezcla es la masa con la que construye Quintero (Cádiz, 1963) un pequeño mundo de cien metros cuadrados extendido en espacio enorme de múltiples dimensiones y un norte claro: «la búsqueda del objeto por encima de la pieza». La meta no es fácil de alcanzar, por eso el artista echa mano de todo lo que sabe hacer: «intento mezclar distintas disciplinas en distintas obras, buscar en una pintura lo que no tiene e intentar completarlo con la escritura, por ejemplo», explica.

Como navajas suizas de recursos comunicativos, las obras que se pueden ver en Cádiz incorporan escultura, pintura, fotografía y hasta mensajes escritos como en el caso de N.A.C.E.R (Ningún animal cambia este ritual). «Utilizo el lenguaje como una materia más, me llama la atención el poder polisémico de las palabras».

Al principio, la palabra

De hecho, la historia que cuenta la muestra en sus particiones, tiene un arranque narrativo como todas sus obras. «Si hay algo claro es lo literario. El detonante de todo son las palabras. A partir de ellas busco el objeto. Es el problema que tenemos todos los fetichistas», bromea.

En su dispersión no lineal, esas palabras y esas obras cuentan una historia o, al menos, presienten el discurso que martillea la cabeza de Luis Quintero como la de muchos otros hombres: la utopía. Para acercarse a ella, hay que situar la exposición como el cierre de una trilogía en la que Quintero ha expresado sus ideas. El primero de esos ensayos artísticos fue En ningún lugar (Museo de Cádiz, 2003) en el que planteaba el problema de la utopía que no existe y que sin embargo es el santo grial de la cabeza del hombre. Más tarde, el autor del monumento a la Constitución de 1978 de las Puertas de Tierra, planteó en Sevilla Tempus, que contenía todo el tiempo que el ser humano pasa buscando el lugar de la utopía, le energía y la fuerza que la búsqueda exige. Por último, En algún lugar cierra el bucle con una conclusión propia de la madurez: «La utopía está en algun lugar en tí, ahí dentro, es un estado».

apaolaza@lavozdigital.es