La clave está en el balón

«Como futbolista siempre se me ha dado muy bien, espero que se me dé igual como entrenador, que es la primera vez que voy». Esteban Vigo quiere ocultar los sentimientos de cara al encuentro de mañana. El de La Romareda es un partido más, tres puntos más en un agitado calendario y frente a un equipo al que el Xerez ya se ha enfrentado en un par de ocasiones, y no hace mucho precisamente.

Pero el malagueño se muestra hermético, y deja la ilusión para los jugadores. El míster del Deportivo hablaba ayer en rueda de prensa y fue claro: «Sinceramente, los tres puntos de Zaragoza son los mismo que el día ante el Alicante, que fue el primer partido». Tres puntos más, recalcaba el preparador, aunque en un momento no pudo esconder que «lógicamente ganar en Zaragoza supone conseguir una victoria ante un equipo muy importante, con una categoría y una trayectoria impresionante».

Y es que en La Romareda se enfrentan dos realidades muy diferentes. Dos maneras de vivir el fútbol, con dos trayectorias muy diferentes y currículos a años luz. Pero la tabla clasificatoria manda y en estos momentos Zaragoza y Xerez pasean de la mano en Segunda División. Con el escepticismo habitual, Esteban se mostraba realista al fin y al cabo.

El malagueño conoce la dificultad del cuadro maño, por lo que confesó que «decir que el Zaragoza no me preocupa sería de género tonto». En cuanto a halagos al equipo de Marcelino, el míster no tuvo reparos en reconocer que «tiene un buen equipo, gente arriba muy importante para ellos y para cualquier equipo, aunque creo que no sólo hay que destacar la gente de ataque, sino que tiene un buen bloque y van a estar arriba seguro». De hecho, para Esteban Vigo «al final del campeonato creo que va a ser el mejor equipo de esta categoría».

La adaptación

En definitiva, un gran equipo que, según el técnico, «en el momento que le coja la onda a la categoría va a ser muy difícil de que pierdan partidos, pero nosotros vamos a intentar que el sábado sea uno de ellos, que se encuentren con un equipo como el nuestro, que crea dificultades para dejarles crear juego, y si somos capaces de hacer esto el Zaragoza va a tener problemas». Todo un golpe en la mesa de un entrenador que ya conoce las claves que, a priori, podrían suponer el triunfo del Xerez en La Romareda.

«La Segunda no tiene nada que ver con la Primera, porque se presiona más, hay menos posibilidades de movimientos y esto a los jugadores de Primera les cuesta». Esteban lo tiene claro. La adaptación de un equipo marcado por la calidad de sus jugadores puede ser un arma de doble filo, aunque el malagueño apuesta por que los Oliveira, Ewerthon, Braulio y Ayala tarden en adaptarse, ya que «no es fácil jugar en Segunda División».

Dominar el balón

Segundo factor para dar la campanada: el balón. El entrenador del Xerez sabe que la clave está en que jugadores como Gabi, Zapater o Arizmendi dominen lo menos posible el balón: «Vamos a intentar que el equipo contrario tenga lo menos posible el balón». En definitiva, «mantener la línea que llevamos hasta ahora». Es decir, «un equipo en el que trabajen todos, que defiendan cuando haya que defender, como lo estamos haciendo y a la hora de iniciar el ataque ser un equipo que haga goles». Y es que el míster sabe que el equipo «está en un momento bueno, pero aún nos falta algo más».

Al hablar de dos realidades, también hay que tener en cuenta que se ven las caras uno de los equipos menos goleados ante el máximo artillero de Segunda. Los 18 goles del Zaragoza en Liga no quita el sueño a un Esteban que se centro en los suyos: «Llevamos tres jornadas sin recibir gol y eso es muy positivo, ya que nos cuesta menos ganar los partidos. Lo más importante es que no te haga goles el contrario y así tienes más posibilidades de puntuar».

Aspira a la victoria

Con todo esto, el Xerez parte a Zaragoza «con las mismas aspiraciones que cualquier plantilla de Segunda». Es por eso que el técnico le preocupe oír «que es un partido donde no tenemos nada que perder, eso no es así ya que podemos perder tres puntos importantes». Y es que, pese al ambiente que ha rodeado este partido, la realidad dicta que «si ganamos adelantamos tres puntos al Zaragoza».

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