Diez años de traca
El Mundial acude a la cita final de Valencia con el éxito de público garantizado aunque todos los títulos estén decididos Sólo queda pendiente el subcampeonato de 125cc.
Actualizado:Después de un largo y decisivo periplo lejos de Europa, el Mundial ha regresado al viejo continente para bajar el telón a la temporada 2008 en el circuito Ricardo Tormo de Valencia. Un carismático trazado, único en el mundo por su configuración de estadio, que ha conseguido imponerse como cita obligada después de diez años de permanencia ininterrumpida en el calendario, los últimos siete cerrando siempre la temporada con olor a pólvora.
El hecho de de que Valencia cierre el curso hace que los títulos lleguen con frecuencia decididos, como ocurre este año. Un problema que no desanima en absoluto a una afición apasionada, dispuesta a protagonizar otro llenazo. La semana pasada se pusieron a la venta las últimas 5.000 entradas, la expectación es grande y los pilotos prometen ofrecer el mejor espectáculo porque sienten menos presión.
Un triplete posible
Desde luego, los españoles quieren agradecer el apoyo de su público con un triplete posible.
En MotoGP, el campeón, Valentino Rossi, llega muy motivado a un recorrido que se le ha resistido durante los últimos tres años y le ha dejado un amargo recuerdo porque en el pasado ejercicio perdió aquí el subcampeonato y hace dos años el título que acaba de recuperar. Pero Rossi está en su mejor forma y su hambre de victoria es insaciable. El gran favorito, no obstante, debería de ser Dani Pedrosa, vencedor de la última edición en un escenario que le ha visto triunfar en todas las categorías.
El ya subcampeón, Casey Stoner, parece menos decidido a dar guerra, sobre todo por la lesión que arrastra en la muñeca izquierda y de la que será intervenido probablemente la próxima semana. El australiano ha pospuesto la intervención porque no quiere perderse la última carrera y sobre todo porque desea probar la nueva Ducati en los primeros entrenamientos de pretemporada, que tendrán lugar los dos días siguientes a la prueba. Es una cita aún más importante para todos los equipos porque será el primer día de la temporada 2009 y en sólo unas horas se puede ver cómo todos cuelgan sus viejos monos para lucir nuevos colores y en algunos casos para debutar, como será el caso de Sete Gibernau con el nuevo equipo satélite Ducati capitaneado por los hermanos Nieto, presentado oficialmente también ayer.
Queda pendiente de decidir en la pista la cuarta plaza, o lo que es lo mismo, el trofeo de los debutantes, que será seguramente para Jorge Lorenzo. Para arrebatárselo al mallorquín, Andrea Dovizioso necesitaría ganar la carrera y que Jorge no acabase entre los doce primeros. Una misión italiana casi imposible.También Toni Elías busca un buen resultado en su despedida antes de regresar a las filas de Honda. El manresano acumula tres segundas posiciones en el trazado valenciano pero nunca ha conseguido un buen resultado en MotoGP y no parece fácil que en un circuito tan apretado como el de Chesteeste logre destacar con la Ducati.
Marco Simoncelli ya ha celebrado el título del cuarto de litro con la multa correspondiente por dar una vuelta de honor al circuito de Sepang sin casco. Está relajado y los españoles se lo van a poner muy difícil, empezando por Álvaro Bautista, resignado subcampeón que intentará repetir su victoria del domingo pasado. De momento, el de Talavera no ha conseguido nunca ganar en Valencia.
El castellonense Alex Debón es un serio candidato al triunfo en casa, donde precisamente el año pasado consiguió su primer podio la pasada temporada. Debón, además, tiene aún la oportunidad de conseguir el bronce de la cilindrada porque matemáticamente puede arrebatárselo a Mika Kallio, que ya anunció hace unos días osu próximo salto a MotoGP con el actual equipo de Toni Elías, donde compartirá box junto al joven italiano Nicolo Canepa, que debuta en el Mundial directamente en la categoría reina.
En la pequeña cilindrada, Mike Di Meglio se aseguró el título en Australia, pero el subcampeonato está en juego y Gabor Talmacsi espera un triunfo que se lo garantice. El piloto húngaro de la estructura de Aspar, que disputará su última carrera antes del paso obligado a 250 cc., tiene seis puntos de ventaja frente a Simone Corsi, su máximo rival aunque Bradl conserva una pequeña posibilidad. Aunque en la pelea por el subcampeonato no entra ningún español, es seguro que se esforzarán al máximo por hacer sonar el himno. La principal opción es la del ilicitano Nico Terol, que ansía su segunda victoria y tendrá un nutrido grupo de fans en las gradas. Mientras, Olivé y Pol Espargaró ambicionan subir a lo más alto del podio.