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El PP acusa al PSA de «venderse» para facilitar la moción de censura en Chiclana

El socialista Román cierra el pacto de Gobierno y espera asumir la Alcaldía «lo antes posible» En los próximos días los nuevos socios presentarán un programa de Gobierno conjunto

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La moción de censura contra el alcalde de Chiclana, el popular Ernesto Marín, es cuestión de días. El próximo lunes el PSOE, el PSA e Izquierda Unida comenzarán a negociar los pormenores del calendario para su presentación, así como el reparto de las responsabilidades del futuro gobierno municipal y los detalles de un programa de gobierno conjunto. Todo está atado para desbancar a Marín de la Alcaldía con un tripartito. Mientras tanto, el PP pregunta «por cuánto se ha vendido» la concejala del PSA, Mari Ángeles Polanco, que ha facilitado la moción contra Marín.

Según ha podido saber este medio, los tres partidos a nivel local cerrarán en breve un acuerdo programático que deberá ser refrendado por sus respectivas direcciones provinciales y que posteriormente se hará público; en él se incluirán una serie de actuaciones e infraestructuras para la ciudad, que tanto PSOE como PSA e IU consideran imprescindibles.

Entre ellas estarán la regularización de las 15.000 viviendas ilegales que existen en estos momentos en el extrarradio del municipio, la construcción de la carretera de circunvalación hacia la costa, la Ronda Oeste, así como el desbloqueo del suelo industrial que recoge el actual PGOU, o un acercamiento a las administraciones superiores para estrechar la colaboración con ellas.

Por delante queda también el reparto de responsabilidades y áreas del futuro gobierno, del que de momento sólo es seguro que José María Román será el candidato a alcaldía de la moción, y que Mari Ángeles Polanco, cuyo partido el PSA su sumó oficialmente en la noche del miércoles a la moción, y Nadine Fernández, ocuparán delegaciones de gran peso en la política municipal.

Los nuevos socios de gobierno se sentarán en los próximos días para cerrar un «gobierno de izquierdas comprometido con el futuro de Chiclana», cuya composición deberá ser refrendada también por las direcciones provinciales de los tres partidos.

Ese pacto político y programático se enfrentará a los duros ataques que los partidos que integran en estos momentos el gobierno municipal han comenzado ya a lanzar contra los impulsores de la moción.

Es el caso del PP, que tanto a nivel local como a nivel provincial, criticaba ayer a Polanco por «el paripé que ha hecho con la asamblea del PSA». El presidente provincial de los populares, José Loaiza, aseguraba al respecto que «esta moción de censura está pactada desde hace cuatro meses», y afirmaba que «Mari Ángeles Polanco ha actuado como una hipócrita en todo este asunto, porque ella es la gran traidora de este gobierno y tendrá que explicar por cuánto se ha vendido». Loaiza insistía en preguntarse qué «intereses puede tener en el Ayuntamiento y en la Diputación». El responsable popular tuvo palabras para los socialistas, a quienes acusó «de tramarlo todo».

En términos similares se pronunció también ayer el presidente del PP en Chiclana, Nicolás Aragón, que fue más allá y aseguró que «el PSA le está faltando el respeto a los chiclaneros». Arremetió contra el secretario provincial del PSOE, Francisco González Cabaña, a quien preguntó de forma irónica «a cuánto ha puesto el kilo de concejal», en alusión a lo que la edil del PSA habría recibido a cambio de su apoyo a la moción contra el gobierno tripartito de Marín.

Aragón apuntó que «Román ya entró una vez en la alcaldía por la puerta de atrás después de la marcha de Jiménez Barrios, y ahora vuelve a entrar de una manera extraña», asegura.

El presidente regional del PP, Antonio Sanz, asegura que «el PSA tendrá que dar explicaciones sobre su actitud», e insistió en que Nadine Fernández es «tránsfuga».