LA BOLSA

Argentina: un nuevo obstáculo demoledor

Desde hace algunas sesiones, el foco se ha trasladado a las dificultades de la economía real. Ahora cualquier noticia que demuestre los esfuerzos que realizan los gobiernos para atajar la crisis sienta bien y cualquiera que apunte a la recesión global que se avecina tumba a los mercados. Por eso, el martes Wall Street comenzaba la sesión a la baja: por los malos resultados de algunas compañías y por las previsiones de que se sigan deteriorando más. El FMI, UBS y hasta Ben Bernanke, el presidente de la Reserva Federal norteamericana, ven segura una recesión global. Esa era la razón por la que, desde la apertura, caían los mercados europeos.

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Pero España fue el que más cayó desde el comienzo hasta el final. El Ibex-35 cerró con un descenso del 8,16% hasta los 8.995,30 puntos. El resto de los índices europeos también cerraron a la baja, pero sus pérdidas fueron mucho más reducidas. Porque a las razones derivadas de la situación económica general se unía, en el caso español, otra de gran impacto: Argentina anunció la nacionalización de las pensiones privadas. La noticia tuvo un impacto negativo en las compañías con intereses en ese país. Repsol YPF, que tiene una filial argentina, se dejó un 15,75%, Santander se dejó un 9,91%, BBVA, un 9,10% y Telefónica, un 8,83%.

Pero el valor que más perdió, un 22,30%, fue Gamesa. Presentó unos buenos resultados, pero anunció que paralizará temporalmente la producción de sus fábricas que hayan finalizado antes de plazo los pedidos comprometidos.