Lecturas políticamente correctas
Actualizado: GuardarQue viajar siempre es divertido queda en duda cuando uno lee Los viajes de Gulliver, de Jonathan Swift. Su autor aplica de manera maestral en sus libros de aventuras la más feroz de las críticas, una mirada satírica sobre la sociedad inglesa y sobre la naturaleza del ser humano. Con un lenguaje sencillo y un estilo de narrar imaginativo e ingenioso, Swift plasmó en cuatro tomos la aversión que sentía hacia la vanidad y la hipocresía de las Cortes, los partidos políticos y los hombres de estado de su época. Publicada de forma anónima en 1726, este clásico de la literatura infantil y de aventuras, cuenta con un volumen menos recomendado en edades tempranas. Gulliver en el país de los huim, cuarto y último tomo de Los viajes de Gulliver, no es politicamente correcto para los niños pues el autor pecó en exceso de su mordacidad y llega a considerar a los animales mejor compañía que los seres humanos. No obstante, el resto de títulos que conforman el trabajo más reconocido de Swift, son un buen regalo para cualquier pequeño interesado en viajes en barco, islas perdidas y otras culturas. Adentrarse en el país de Liliput, cuyos habitantes eran una doceava parte de nuestro mundo, cohabitar con gigantes en Brobdingnag o codearse con inmortales en Luggnagg, siguen siendo hoy sueños a realizar por cualquier niño con algo de imaginación. Aunque no hay que equivocarse, tampoco está mal como regalo para más de un adulto con un desarrollado sentido de la ironía. Desde hoy y hasta el sábado, la Biblioteca Pública Provincial organiza actividades con niño para potenciar la lectura entre los más pequeños. Los actos se enmarcan dentro de la celebración del Día de la biblioteca, mañana 24 de octubre.