
El PP aplaza la ruptura con UPN pero suspende las relaciones con su dirección
El Grupo Popular no expulsará al diputado Carlos Salvador, que se abstuvo en los Presupuestos, para intentar reconducir la crisis
Actualizado: GuardarFrente a lo anunciado hace dos semanas, el PP no rompió ayer su alianza con Unión del Pueblo Navarro (UPN) cuando el diputado foralista Carlos Salvador siguió las directrices de su partido y se abstuvo en la votación que permitió la tramitación de los Presupuestos del Estado.
Tras la indisciplina de uno de los dos diputados navarros, el partido de Mariano Rajoy anunció la suspensión de las relaciones con la dirección de UPN, a la espera de que esta formación política se pronuncie sobre el futuro de la coalición. Con esa decisión dejó un nuevo margen para salvar el pacto.
El voto del otro parlamentario foralista, Santiago Cervera, que se ciñó a la disciplina del Grupo Popular e incumplió la de su Consejo Político, es el único eslabón que mantiene en pie la alianza entre las dos formaciones políticas y alimenta la esperanza de supervivencia de la coalición en el futuro.
La «suspensión» de relaciones «con la actual dirección de UPN» acordada por los populares tras la votación presupuestaria incumple los términos de la decisión que adoptó el Comité Ejecutivo del PP el pasado 13 de octubre: «La falta de apoyo a la enmienda a la totalidad presentada por el PP a los Presupuestos supondría que UPN actúa claramente en contra del acuerdo y provocaría su ruptura unilateral», según se acordó aquel día.
Además, el comunicado oficial de la dirección del PP adelantaba que la quiebra del pacto de coalición con su socio navarro «se produciría sin denuncia previa a través de los hechos consumados».
Sin embargo, Mariano Rajoy, dio un paso atrás y se conformó con una mera suspensión de relaciones con la dirección que encabeza Miguel Sanz, lo que pone de manifiesto que confía en reconducir la situación.
En su comunicado oficial, el PP da un nuevo plazo a su ultimátum al señalar que «corresponde ahora a UPN manifestar su voluntad inequívoca sobre la continuidad del pacto, así como ofrecer garantías para su pleno cumplimiento». «De no ser así, el PP se pondrá en marcha para que nuestra organización, sus ideales, sus principios y su programa tengan presencia ante la sociedad navarra», añade la nota.
Fuentes populares atribuyen esta alambicada posición a las conversaciones que mantuvieron en los últimos días la secretaria general del PP, Dolores Cospedal, y la vicepresidenta de UPN, Yolanda Barcina, con la pretensión de salvar la coalición, al menos, hasta que el partido foralista se pronuncie en el congreso previsto para la próxima primavera.
Las mismas fuentes aseguran que Barcina podría intentar una reedición de los acuerdos y contaría para ello con el apoyo del sector más cercano al PP, lo que la enfrentaría a Miguel Sanz y, probablemente, a su mano derecha, Alberto Catalán.
Santiago Cervera puso en evidencia esta estrategia al anunciar en los pasillos del Congreso, que no descarta presentarse al cónclave de UPN y recordar que dicho órgano tiene carácter asambleario para que todos los militantes puedan pronunciarse. «Mi voto debe servir -dijo- para reconducir lo que quede de ese acuerdo».
En defensa
Sólo lo conseguirá si no se consuma la expulsión con la que ha amenazado la actual dirección foralista al diputado díscolo. En defensa de Cervera, el comunicado del PP solicita a la dirección del partido navarro «prudencia, serenidad y responsabilidad para no adoptar decisiones sancionadoras» contra sus militantes que han defendido el pacto.
Los dirigentes del Grupo Popular arroparon a Cervera, que anunció que no dejará su escaño, agradecieron su voto y le acompañaron a la salida del hemiciclo en su comparecencia ante los medios de comunicación.
Y la dirección del Grupo Popular decidió no castigar con la expulsión a Salvador, que, fiel a las directrices de su Consejo Político, se abstuvo en la votación de la enmienda a la totalidad presentada por el PP. Sólo le impondrá una multa por la ruptura de la disciplina de voto.
Rajoy le citó en su despacho antes de las votaciones y le entregó el comunicado que poco después haría público el PP, en el que dejó constancia de que el grupo parlamentario no le abrirá un expediente de expulsión por su indisciplina.
Salvador pidió a su partido que no tome decisiones irreversibles, al tiempo que apostó por «recomponer» la coalición y «reformular» el punto del pacto que permite un margen de interpretación para el ejercicio del voto discrepante por parte de UPN dentro del Grupo Parlamentario Popular.