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SEÑORÍA. Martín Pallín ayer en el Palacio Provincial de la Diputación de Cádiz. / ANTONIO VÁZQUEZ
JOSÉ ANTONIO MARTÍN PALLÍN MAGISTRADO DEL TRIBUNAL SUPREMO

«El auto de Garzón es magnífico; la historia siempre llama dos veces»

El juez participó ayer en las Jornadas sobre Arte y Crimen en Diputación con una conferencia sobre la censura durante el régimen franquista

FRANCISCO APAOLAZA
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Baltasar Garzón ha sembrado la tormenta en los mares de la memoria histórica con su declaración como competente para juzgar los crímenes del franquismo. En medio de las aguas revueltas comparecía ayer en Cádiz José Antonio Martín Pallín, magistrado y fiscal del Tribunal Supremo para tratar -en el marco de las Jornadas sobre Arte y Crimen de Diputación- la censura durante el régimen. Al contrario que la fiscalía, no se rasga las vestiduras acerca de la posible inclusión de los actos de barbarie franquista como crímenes contra la Humanidad. Tampoco está de acuerdo con la propia fiscalía cuando acusa a Garzón de montar «singular andiamaje jurídico» para la causa. «A mí el auto de Garzón me parece magnífico; recomiendo que lo lean», aseguraba ayer Martín Pallín enla plaza España.

El documento, «además de los hechos», recoge «una sólida arquitectura jurídica» con argumentos que le resultan «muy sólidos». El magistrado coruñés -Premio de Derechos Humanos 2006- resume la cuestión con un aforismo que ha servido para titular su último artículo en prensa: «La historia siempre llama dos veces».

Martín Pallín acudía ayer a Cádiz para tratar un temario distinto, aunque no alejado de la polémica judicial de los últimos días: la censura en el franquismo. Ante un nutrido auditorio, expuso algunas divertidas anécdotas. «La censura fue una realidad apasionante, ideal para contar en noches de fraternidad pero que no creen los jóvenes cuando se las cuento y se ríen». En esta línea, el magistrado narró el caso de Viridiana, de Luis Buñuel, que lograron «colar» por la Junta de Clasificación y Censura y que se presentó en Cannes. «Le habían asegurado que le daban la Palma de Oro y se la dieron».

Al día siguiente, ABC abría con «España, Palma de Oro en Cannes». A los pocos días tenían que comerse el titular. «El crítico del Vaticano dijo que representaba una blasfemia porque la orgía final era una parodia de la Sagrada Cena. Se negó la nacionalidad española a la película, pero todavía en 1982 se recurrió esa sentencia de la Audiencia Nacional», explicó.

La segunda edición de las Jornadas sobre Arte y Crimen arrancaron ayer con una conferencia sobre Berlanga y la censura en los años 50 de Antonio Gómez Rufo que tuvo que ser leída por María Jesús Ruiz dada la indisposición del escritor. También participó el profesor de Filología Inglesa de la Universidad de Cádiz, Rafael Galán que hizo un exhaustivo análisis de Farenheit 451 de Ray Bradbury y su versión en pantalla a cargo de François Truffaut.

Hoy, las estrellas del programa serán los dibujantes de El Jueves, condenados en 2007 por injurias a la Corona.

apaolaza@lavozdigital.es