La usura

Ahora que todo es crisis, a los que éramos ajenos a la política económica mundial no nos queda otro remedio que espabilar y ponernos al día. La verborrea política no consigue alejarnos de la incertidumbre monetaria, puesto que al final siempre pagamos los mismos. Los bancos no se prestan dinero entre ellos: revisan las hipotecas y estrangulan un poco más si cabe a los hipotecados, lo que nos sume a todos en una imparable pérdida de poder adquisitivo. Todos los países han estado esperando la decisión que tomara el 'Tío Sam' para aplicar el mismo sistema. La panacea esta vez ha sido que los gobiernos inyecten dinero a los bancos, y este hecho nos crea gran incertidumbre. Ese dinero que a ellos les saldrá tan barato nos lo podrán 'represtar' a nosotros, eso sí, con unos abusivos y sangrantes intereses. Hay algo aquí que no cuadra, parece que de nuevo nos la quieren colar.