ENTRENAMIENTO. La plantilla comenzó ayer a preparar el partido del fin de semana. / ANTONIO VÁZQUEZ
FÚTBOL SALA PRIMERA DIVISIÓN NACIONAL

Juan Carlos Gálvez, feliz con la evolución del Virgili

«Los intereses están matando al fútbol sala; esa presión no la tenemos nosotros» «Hemos apostado por el espectáculo y poco a poco lo estamos consiguiendo»

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Las cosas han cambiado mucho en el plazo de unos años. El Virgili que antaño despuntaba en Primera Nacional y que se consagró con el ascenso a la División de Plata ha dado paso a otro más rejuvenecido y que aspira a emular, en el plazo de unos años, los éxitos alcanzados por sus antecesores. Una nueva hornada de futbolistas con hambre se abre hueco a pasos agigantados. Pero todo requiere su tiempo.

Juan Carlos Gálvez vuelve a erigirse un año más en el capitán de una nave que busca los mejores puertos. El técnico del conjunto panadero es el encargado de vigilar la buena salud del mejor fútbol sala de la ciudad.

Y para hacerlo, no le tiembla la mano en tomar las decisiones que estime más oportunas. Tiene claro el concepto que se persigue y funciona conforme a esos parámetros.

«En las jornadas que llevamos estamos teniendo una mejoría considerable. La derrota en Jaén entraba dentro de los cálculos, ya que es un equipo de un gran potencial que está llamado a estar en los puestos altos y, además, tienen una pista lenta que no se nos da bien. De todas maneras, tuvimos opciones de conseguir un mejor resultado hasta el final del partido. Progresivamente se va a mejor, y pienso que dentro de poco el equipo será competitivo, más lo que ya lo es», comenta.

En los seis encuentros que ha disputado -tiene uno aplazado ante el conjunto de Ceuta por el temporal que azotó Cádiz hace dos semanas-, el equipo ha conseguido tres victorias y tres derrotas. Pero lo que es mejor: ha logrado encontrar un estilo que lo define como uno de los equipos más ambiciosos de la categoría.

Un diez a la afición

«Nosotros tenemos la suerte que otros equipos no tienen. Que llenamos el pabellón cada dos semanas. Tenemos una afición impecable y estamos obligados a darles algo. Hemos cambiado el estilo que siempre ha habido en Cádiz, de tener la posesión de la pelota, por buscar más la verticalidad. Queremos dar espectáculo, ya que últimamente las presiones de los equipos por conseguir objetivos hace que se vean partidos con pocos goles. Los intereses están matando al fútbol sala. Nosotros no tenemos esa presión y hemos apostado porque la gente se divierta viendo al Virgili jugar».

Gálvez sabe que la única forma que tiene para subsistir es la de ir trabajando la cantera. En este sentido, no duda en confiar en los chavales del filial cuando se les necesita.

«Siempre digo que todos somos importantes, pero nadie es imprescindible. En este sentido tenemos una gran profundidad de banquillo. Este año hemos subido a siete chavales del filial, y actualmente tenemos a cuatro que van a jugar con nosotros. No tenemos miedo a confiar en ellos. No tenemos necesidad de firmar a nadie de fuera porque lo tenemos en casa. En Cádiz, un jugador puede llegar donde quiera si se lo propone».