Zapatero afirma que Sarkozy apoya su presencia en la cumbre internacional

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha hablado por teléfono con el presidente francés, Nicolas Sarkozy , y ambos coinciden en la conveniencia de que España esté presente en la cumbre mundial que revisará el sistema financiero internacional.

Zapatero ha conversado con Sarkozy desde el Congreso. El presidente francés y de turno en la UE ha remarcado, que es "absolutamente sensible y comprensivo" a la conveniencia de la presencia de España en esa reunión. El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, evitaba esta mañana valorar la idea de Sarkozy."Ya hablaremos" se ha limitado a decir en los pasillos del Congreso.

Durante la conversación, el presidente francés le ha garantizado que tiene a España en alta consideración y que es "sensible" a la presencia de nuestro país en la cumbre mundial, si bien también le ha recordado que él no organizó el G-8 ni sus normativas internas. En ese contexto, han intercambiado opiniones sobre el formato adecuado de esa cumbre e incluso Zapatero ha sugerido al presidente francés incluir a un país árabe.

"La octava potencia del mundo no puede estar callada"

Zapatero ha reconocido que no ha dado la batalla para estar en el G-8 y que esas estructuras son difíciles de cambiar, pero ha insistido en que ante un evento de esa envergadura "la octava potencia del mundo no puede estar callada". "Hay una amplia comprensión, porque la gente sabe lo que pesa España, y vamos a intentarlo; no hay batalla que se gane si no se empieza", ha manifestado el jefe del Ejecutivo.

Las razones objetivas entre países serios y "amigos" tienen peso y se abren camino. Tras su charla con el jefe del Estado galo, presidente de turno de la UE, se ha mostrado además convencido de que "hará bien su trabajo", porque "si hay algún líder político en Europa que es sensible a España y a las tesis de España es el presidente Sarkozy ".

Zapatero ha señalado que su deber es "trabajar para que España esté donde debe estar por lo que representa como país, donde merece estar y donde puede aportar además ideas a un tema de esta trascendencia". "Debo hacer que mi país esté ahí; si lo conseguimos, será un mérito del país; si no lo conseguimos obviamente ya sé lo que va a pasar", ha dicho asumiendo de antemano las críticas que recibiría su Gobierno.

La "incontinencia verbal" de Zapatero

Esas críticas ya han comenzado. El PP ha señalado que la posible exclusión de España es consecuencia de una diplomacia, la del Gobierno, "repleta de errores" y de la "incontinencia verbal" del presidente, José Luis Rodríguez Zapatero. El coordinador de Relaciones Internacionales del Partido Popular, Jorge Moragas, para quien los "errores" del jefe del Ejecutivo en política exterior han conducido a España a "una posición periférica".

Tras recordar unas declaraciones del jefe del Gobierno sobre su deseo de que España no forme parte del G-8, Moragas ha puntualizado que por esa razón Zapatero se ve obligado ahora a llamar al presidente francés para que España "no quede marginada" de un evento que será de "gran importancia", similar a lo que en su momento significaron los acuerdos de Bretton Woods.

Asimismo, el dirigente del PP ha ofrecido al Gobierno la ayuda de su partido y ha sugerido que la diplomacia española no centre sus "esfuerzos" sólo en la Presidencia de turno de la UE, la de Francia, ya que, al no estar claro que la cumbre pueda celebrarse antes de fin de año, habría que trabajar también con el Gobierno checo, que sucederá al Ejecutivo francés al frente de la Unión. A su juicio, una posible exclusión de España exige "un esfuerzo diplomático en todas las direcciones".

La secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, ha afirmado que España se merecía estar, aunque, eso sí, "parece que Zapatero no". Para la dirigente 'popular', el hecho de que España se haya quedado fuera de la próxima cita financiera internacional es "la consecuencia" de un Gobierno que "se engaña a sí mismo".