FRIEZE. La feria londinense ha tenido una baja actividad. / EFE
Cultura

El mercado del arte se queda frío

La crisis económica reduce la venta de obras y la asistencia a ferias internacionales

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Los resultados de las subastas de este fin de semana en Londres y la menor actividad registrada en la feria Frieze de arte contemporáneo apuntan a un enfriamiento del mercado del arte como consecuencia directa de la crisis económica. Un retrato de Francis Bacon pintado por su amigo Lucian Freud, por el que, pese a haber quedado incompleto, Christie's confiaba en que se pagasen hasta 7 millones de libras, se adjudicó finalmente por 5,4 millones (6,97 millones de euros), justo por encima del precio mínimo estimado.

El viernes, en Sotheby's, otra de las estrellas de las últimas subastas, Skulls, de Warhol, un grupo de cráneos con fondos de distintos colores, se vendió por 4,3 millones de libras (5,5 millones de euros), cuando la casa de subastas esperaba de 5 a 7 millones de libras (de 6,4 a 9,07 millones de euros). En esa misma subasta quedó sin comprador un paisaje de Jerusalén de Gerhard Richter, que salía con un precio estimado de entre 5 y 7 millones de libras, aunque se vendió en cambio un abstracto (Rojo), pero por 2,8 millones de libras (3,5 millones de euros), medio millón de libras menos que la estimación más baja.

Apenas han pasado cinco meses, pero parecen quedar lejos los tiempos en que un desnudo de mujer de adiposas carnes durmiendo en un sofá, obra de Lucian Freud, cambiaba de manos en Nueva York por la friolera de 33,6 millones de dólares (casi 25 millones de euros) y marcaba un récord para la obra de un artista vivo.

Las ventas de arte contemporáneo y de posguerra de las dos más importantes casas de subastas del mundo coincidían este fin de semana con la feria Frieze, dedicada a las últimas tendencias artísticas en todo el mundo.

Desánimo

Un recorrido por los pasillos de la feria, que se clausuró este domingo en el Regent's Park londinense, bastaba para darse cuenta de que las cosas no habían transcurrido a pedir de boca para el centenar y medio de galerías de todo el mundo representadas. Dominaban las caras largas entre los galeristas, que se consolaban pensando que todo podría haber sido mucho peor a juzgar por el estado de ánimo general. El Art Newspaper, periódico especializado que publica una edición especial durante la feria, hablaba en su número final de una «significativa caída de las ventas».