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Adaptados a todo
Enrique y Toedtli, autores de los goles de un Cádiz efectivo y serio El orden defensivo, clave en la trabajada victoria ante el Puertollano
Actualizado: GuardarEste Cádiz se adapta a todo. Al toque, al choque y, por supuesto, a ganar a lo grande y como los grandes. Porque la victoria de ayer en Puertollano volvió a ser una demostración de saber estar en un campo en el que los anfitriones se saben mover mejor. Una demostración de cómo sufrir sin excesos y de cómo rematar sin piedad a un contrario que jugó mejor pero que no supo sacar rentabilidad a sus ocasiones.
Y todo contando con una defensa que, por fin, se ganó con creces ser la mejor línea del equipo, el pilar que sustentó todo el andamiaje amarillo. Porque el Cádiz de ayer funcionó como un bloque compacto e infranqueable. Un bloque que desquició a la parroquia local y que amargó a un once manchego que cuando no era Mansilla, se encontraba con Fragoso y que cuando salvaban la defensa chocaban con los guantes de Kiko Casilla.
Los de Gracia se impusieron en Puertollano como lo hacen de vez en cuando los grandes. Y no por su gran juego sino por las grandes dosis de mezquindad, muy acorde con la categoría, en su fútbol.Y claro cuando se juega con estas artes, se tiene que tener una delantera letal. Y este año la hay.
Pero antes de todo esa demostración de seriedad y conservadurismo, los amarillos tuvieron que ganarse la renta para después defenderla.
La iniciativa primera fue del Cádiz, que quiso imponer su sello desde el principio. Aun así, el Puertollano ya avisaba por mediación de Tariq tras ganarle por primera vez a Mansilla. Minutos más tarde, fue Honorio quien a punto estuvo de adelantar a los suyos pero tras romper la cintura de Fragoso vio como el catalán se resarcía a tiempo para tapar el disparo que llevaba dirección de gol.
No se amilanó el Cádiz, que en el 18' se adelantaría tras enganchar Enrique una volea a la media vuelta dentro del área azulón.
Y ahí empezó la lección cadista, que esta vez abandonaba el toque con que acostumbra disfrutar a su hinchada para arremangarse la manga y ponerse a trabajar a cara de perro.
El empuje local no se hizo esperar y con el incombustible Tariq a la cabeza comenzaba a bombardear el área cadista. No fue fácil la defensa del resultado pues el Puertollano contaba con unas bandas muy rápidas (Ventaja y Encinas) que no cesaron de enviar centros medidos al delantero de origen árabe. Tres centros, dos desde la derecha y uno por la izquierda, hicieron daño a la retaguardia amarilla que tuvo en Casilla su primer seguro de vida. Expeditivo en las salidas, excepto en una que salvó Raúl López, y acertado en sus intervenciones se llegó al descanso con ventaja por la mínima para los amarillos no sin antes comprobar cómo el trabajo de la defensa cadista seguía dando sus frutos al dejar en fuera de juego a Tariq hasta en nueve ocasiones a lo largo del partido con el consiguiente enfado de la grada.
A la salida de los vestuarios el panorama no varió. El Cádiz intentó intimidar con unos primeros minutos de control pero muy pronto le cedió el protagonismo al Puertollano, que con unos Granada, Honorio, Encinas y Ventaja muy activos no tardaron en hacer trabajar a una defensa cada vez más acertada y segura.
El Cádiz no quería el balón pero de vez en cuando se dejaba aparecer por la inmediaciones de Calleja como con un chut de Ormazábal. Poco a poco, el Puertollano iba perdiendo gasolina y el trabajo del Cádiz se iba reduciendo por momentos. Pero con Tariq en el campo no hay lugar para relajaciones. Por él llegó una de las últimas ocasiones del cuadro manchego, tras bajar con la cabeza el balón hacia los pies de Honorio que disparó alto.
A medida que pasaban los minutos, el Puertollano alargaba sus líneas. Y con la presencia de dos delanteros intentó todo lo que pudo. En una de esas, llegó la última de Tariq, quien no llegó a conectar un centro peligroso de Ortiz. Al empuje local, Javi Gracia contestaba con Bezares para seguir plantando cara en el centro del campo. Ya con las espaldas cubiertas, se echó en manos del toque de Fran Cortés, que terminó de dormir el encuentro.
Con un Puertollano tocado en lo físico, el Cádiz aprovechó para beneficiarse de la debilidad manchega.
Y quién mejor que Toedtli para rematar una faena tan ingrata para el Puertollano. Con la colaboración de Fran Cortés, que asistió con un buen balón a la media luna, el argentino, tras controlar, enganchó un derechazo inalcanzable para el meta azulón que significaba la estocada definitiva para un noble y prometedor Puertollano.
Tres puntos más para un Cádiz capaz de adaptarse a todos las circunstancias del rival siempre y cuando el escenario no sea el estadio Carranza, en donde se seguirá buscando la excelencia.
acarbonell@lavozdigital.es