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La recogida de aceituna en la provincia requerirá más de 4.000 jornaleros
Las cooperativas y los propietarios de olivares reciben este año un 50% más de demandas de empleo con respecto al inicio de campaña del pasado ejercicio Cientos de temporeros serranos van a diario al verdeo en fincas sevillanas
Actualizado: GuardarUnas 4.000 personas participarán este año en la recogida de la aceituna de la provincia de Cádiz, según apuntan las principales cooperativas oleicas y los agricultores, en una campaña que en teoría debería comenzar a finales de octubre o principios de noviembre y prolongarse hasta febrero. No obstante, la sobra de mano de obra y la calidad de las aceitunas que esperan en los olivos incitan a varias cooperativas a plantearse la posibilidad de comenzar en breve y concluir durante el mes de enero. Ese es el caso de la Cooperativa Nuestra Señora de los Remedios, de Olvera, que pretende iniciar la campaña esta misma semana.
Este exceso de mano de obra se debe a la crisis de la construcción que afecta a los pueblos de la comarca serrana. De hecho, las cooperativas y los propietarios de fincas reciben casi un 50% más de demanda de empleo. Actualmente, la mayoría de los jornaleros serranos que participarán en la recogida de la aceituna de aceite de la comarca se encuentran en la provincia de Sevilla, dedicándose al verdeo, que consiste en la recolección de aceituna de mesa.
Una de esas personas es el espereño José Castro, conocido como el Cascarilla, que actualmente se desplaza, a diario y junto a una cuadrilla de tres personas más, hasta Sanlúcar la Mayor y que señala que en esta temporada hay personas esperando a la entrada de las fincas por si acaso les necesitan. Más de 200 kilómetros, entre ida y vuelta, para ganarse un jornal de 41,8 euros por siete horas de trabajo. «Otros años nos hubieran pagado el transporte pero en éste no hay nada de eso, o nos pagan muy poco, porque la demanda de trabajo es tan alta que no se puede exigir mucho porque te ves en la calle», asegura Encarnación Castillo, otra trabajadora temporera.
Inmigración
Los jornaleros consideran perjudicial la presencia de inmigrantes en los tajos, tanto para las condiciones de trabajo de los andaluces como de los propios inmigrantes. Así lo confirma el representante del SOC en Espera, que asegura que «las criaturas no tienen culpa porque vienen a ganarse la vida, como hacen los de aquí, pero los empresarios se aprovechan de estas circunstancias y el que termina pagando es el trabajador». Esta idea es confirmada por Castro, que asegura que «en los últimos años yo he visto a patronos contratar a moritos, que es como los propios jefes los llaman, por la mitad del jornal que ganamos nosotros e incluso por bocadillos, algo horroroso para ellos y para nosotros».
El problema al que se enfrentan estos cientos de trabajadores serranos que se encuentran en el verdeo, provenientes de poblaciones como Villamartín, Espera o Puerto Serrano, entre otras, es el de la inestabilidad del empleo. Esta campaña concluirá en una o dos semanas, a lo sumo, y, posteriormente, tendrán que buscar nuevos tajos o acogerse al PER aquellos que hayan reunido las 35 peonadas necesarias.
Las condiciones de trabajo en el olivar serrano se complican para los trabajadores ya que, debido al desnivel del terreno y tratarse de un olivar de montaña, éstas son mucho más duras que en otras fincas llanas y donde se impone la mecanización. En la Sierra se sigue haciendo la recogida vareando el árbol y el traslado de las aceitunas es, también, mucho más complicado y agotador para los jornaleros.
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