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El culto al cuerpo no entiende de crisis

Entre septiembre y octubre el número de usuarios de estos centros se incrementó hasta en un 40%

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La vuelta a los centros de trabajo o estudios después de las vacaciones ya tienen un nuevo compañero: el retorno al gimnasio. Los kilos que se han cogido durante el verano por las cervezas, helados, largas siestas o innumerables barbacoas pasan factura cuando llega el momento de sacar la ropa de la temporada pasada. Para solucionar el problema existen tres opciones no excluyentes entre sí: renovar el armario, dieta estricta o aumentar la actividad física.

Por ello, a finales de septiembre y octubre las inscripciones en los gimnasios aumentan considerablemente. «Las alteraciones entre un periodo y otro puede variar en un 30% o 40%», comenta Fernando Amado, director del Squash Sherry Gim, «si bien en agosto nos podemos quedar con 400 socios, en octubre casi se duplica llegando a alcanzar los 700», añade. La situación no ha cambiado durante este complicado ejercicio económico. El culto al cuerpo es un indiscutible para los gaditanos.

El problema de la constancia reside en que en España no existe una filosofía del deporte como la de otros países en los que hacer una hora de deporte es tan necesario como desayunar. Esto provoca problemas, que en su mayoría son de lesiones. Pero si se está en esta situación se aconseja ponerlo en conocimiento del monitor para que éste establezca una rutina y aconseje el tipo de ejercicio más adecuado para su edad y forma física. «Tras el verano se suele llegar con muchos excesos en el cuerpo y no se puede pretender rendir a un ritmo normal, primero hay que perder peso y poco a poco ir incrementando el ejercicio», explica Amado. A la hora de «castigarse» realizando algún tipo de ejercicio muchos optan por el gimnasio por la gran variedad que ofrece. Desde actividades monitorizadas como el spinning o pilates, hasta sala de musculación y cardiovasculación.

Si el objetivo es perder peso, lo más efectivo son las máquinas cardiovasculares: cintas para correr, bicicletas estáticas, escaladoras, elípticas A partir de los 20 minutos de ejercicio y manteniendo un control de pulsaciones se consigue quemar grasa. «El entrenamiento que más calorías consume es el que se establece en un régimen, en general, de 120 pulsaciones por minutos».

Para consumir calorías, además de trabajar glúteos y piernas, otra opción muy demandada es el spinning. Sin embargo es también de las más temidas por las posibles lesiones de rodilla. «Todas las actividades requieren de un entrenamiento para evitar lesiones, y nosotros en cuatro años no hemos tenido nunca una lesión de rodilla», asegura Amado. Para evitar futuras lesiones es muy importante la labor de los monitores que deben de explicar a los alumnos las posiciones adecuadas del cuerpo, «pero también el continuo reciclaje de los monitores para mejorar las técnicas», insiste Eva Cortada, monitora de actividades dirigidas. «Es cierto que en Estados Unidos se han dado casos, pero al llegar con retraso a Europa lo hace de manera depurada y corregida, evitando los errores que se produjeron en sus inicios», concluye.

Si por el contrario se busca tonificar y endurecer los músculos la sala de musculación es la ideal. Pero esto es una desventaja para muchas personas, sobre todo, en mujeres que prefieren las clases organizadas. Al tratarse del 70% de la demanda, según informa Amado, se han importado de Estados Unidos clases como GAP, -glúteos, abdominales y piernas-, o body pump, que refuerzan los músculos al ritmo de la música con un control exhaustivo de la respiración y la colocación del cuerpo.

Finalmente, hoy en día el objetivo es una mejora de la salud a largo plazo, y en relación a esto surge el wellness (bienestar, en español), una filosofía de paz común a una serie de actividades, que se basan en las pulsaciones y las respiraciones. Dentro de éstas destacan el yoga, pilates, saunas y los masajes. Además son muy recomendables para personas con problemas de ansiedad, fibromialgia, columna vertebral o articulaciones.