Control absoluto
Esta empresa es la única concesionaria oficial en la provincia de la marca Segway, un vehículo de alta tecnología que usan las policías de medio mundo
Actualizado: GuardarUn sistema que controla los movimientos 100 veces por segundo prácticamente adivina las intenciones de su propietario. Un ligero ademán (ni siquiera gesto) hacia delante, y la máquina avanza; un cambio de peso de la pierna derecha a la izquierda, y las ruedas empiezan a rodar en esa dirección. Los segway (el nombre procede de la empresa que los creó, pero como tantos otros inventos, el nombre comercial denomina ya al producto) pueden alcanzar los 20 kilómetros por hora y andar durante no menos de de seis horas. Funcionan con una batería que se conecta a la red eléctrica y en cuatro horas la carga ya está completa. Tiene forma de patinete, aunque puede llevar ruedas de quad. Su utilización se ha extendido en muchas policías del mundo, en centros comerciales, en campos de golf... hasta para hacer rutas de montaña.
Segades, la empresa que ha creado Manuela Deschamps, es la concesionaria oficial de la marca Segway en la provincia de Cádiz. La fundó hace un año y ya piensa en abrir más delegaciones porque no da abasto. Las peticiones se multiplican «y tengo que ir sector por sector, puesto que no puedo estar en todas partes al mismo tiempo», señala esta gaditana que cierto día dejó la carrera de Económicas y cierto día de años después se adentró en el mundo de los negocios.
Las «todas partes» a las que se refiere Deschamps van desde los acuerdos con los cuerpos de policía local (su hermano y socio, Javier, entrena durante estos días a los agentes de Algeciras) a los campos de golf (una empresa que adquirió los aparatos a través de Segades los alquila en tres establecimientos). Después está el uso por el que Manuela está donde está en estos momentos: el turístico.
«Todo empezó hace un año y medio, cuando mi hermano probó un segway en un tour turístico y descubrió sus posibilidades; se empeñó en que yo lo probara y cuando comprobamos sus verdaderas posibilidades más allá del turismo, nos pusimos en contacto con la matriz de la marca en España y abrimos la tienda», recuerda Deschamps, cuya empresa organiza visitas por el centro de Cádiz. «Tenemos varios acuerdos con las empresas de cruceros y gracias a la Oficina de Turismo de Cádiz hemos conseguido incluso más accesos a zonas que antes nos estaban vedadas y también lo estaban a los minusválidos», señala.
Ahora, todo parece que va sobre ruedas (haciendo el símil fácil). Antes, no lo fue tanto. Manuela Deschamps proclama que «me gusta trabajar, no soy de las que se quedan en casa sin hacer nada». Abandonó los estudios en primero de carrera para dedicarse a su hija y a finales de los ochenta no pudo quedarse más en su casa. Consiguió un local en el centro de la capital y fue probando con distintas opciones: una tienda de ropa infantil, un establecimiento especializado en productos de flamenco y, justo antes de probar suerte con estos patinetes del siglo XXI, una inmobiliaria durante los mejores años del negocio. Sin embargo, vino la crisis: «Vimos que las cosas empezaban a ir mal y preferimos dejarlo antes de que todo fuera bastante peor; cuando una cosa no funciona no hay que insistir porque hay muchas otras oportunidades».
El resto, ya se sabe: la visión de su hermano y la apuesta de Manuela. Los segways la han enamorado y los defiende desde todas sus perspectivas, desde su origen como mecanismo destinado a permitir que los impedidos puedan ir erguidos hasta su escaso impacto sobre el medio ambiente. «Una carga apenas cuesta 26 céntimos y con eso hay para recorrer 50 kilómetros», resume su representante en toda la provincia. Y ante la duda de cuánto puede costar uno de estos vehículos, la respuesta es 5.495 euros. IVA no incluido.