No ir con bulla
El Pabellón del Casco Antiguo tiene goteras. En la planificación de los partios han cambiado los de furbo por waterpolo y para jugar al baloncesto en vez de dos canastas le ponen dos flotadores de esos de patitos para que los chiquillos largos que juegan a eso metan el balón por la cestita... y esto le pasa al Ayuntamiento de Cádiz por ir a la bulla. Si es que no puede ser Vicente, no puede ser. Yo creo que empezaron a construir el Pabellón cuando el concejal hizo la Primera Comunión y lo han terminado coincidiendo con su boda... cuanta velocidad, es como Fernando Alonso pero haciendo mezcla. La empresa que ha construido el pabellón llega a hacer las pirámides de Egipto y la momia de Tutankamon todavía está en el bar del Parque Genovés tomando café esperando a que le terminen el primer piso de la tumba para hacer de muerto. La pobre mía no hubiera tenido ni descanso eterno. Y claro, se construyen los pabellones en tan sólo 7 años y ahora salen defectos por la bulla y cada vez que cae agua pues aquello se convierte en el embarcadero de La Caleta. Con el tiempo aparecerán en los palos de las porterías hasta coñetas y burgaillos... con el Ayuntamiento de Cádiz sí. Pero es que el pabellón del Casco Antiguo no es el único que hace aguas. Pepe Landi contaba el otro día en su artículo del Maestro Liendre que el pabellón de Cortadura está hecho un asquito. En definitiva que el deporte parece importarle bien poco a los de San Juan de Dios.
Actualizado:La situación es aún más llamativa si se tiene en cuenta un dato. Mientras que los ciudadanos de a pie sufren todo tipo de carencias, a una entidad privada, el Cádiz club de fútbol, el Ayuntamiento le ha construido un estadio gastándose nada menos que 18 millones de euros en ponerle una grada, calculen a cuanto sale el asiento de cadista. Y para colmo, mientras que se dice que no hay dinero para arreglar los desperfectos del pabellón de Cortadura, el Ayuntamiento de Cádiz prefirió gastarse un dineral para poner dos marcadores electrónicos, dos, en el Carranza cuando había otra entidad, la Junta, que se los ponía al Cádiz sin que fuera necesario gastar un duro municipal. Ahora, la estructura del famoso marcador está allí oxidándose en la calle, con categoría de gran mamarracho urbano. No se puede ir con tanta bulla, Vicente, que luego se te inunda todo. El del Portillo hay que tardar por lo menos en construirlo 100 años. Ya por entonces el cambio climático habrá evolucionado tanto que cuando se te inunde se congelará el agua y te podrás tirar el pegote de que el PP ha traído a Cádiz el patinaje artístico sobre hielo. Hay cuanto me gustaría ver una foca en la fuente de las Puerta Tierra. Levanta la patita guapa.