Economia

Zapatero aboga por la unidad de acción para superar la situación

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, abogó ayer por la unidad de acción y la coordinación entre Estados en el ámbito europeo para afrontar la «grave» crisis financiera, así como en la búsqueda de soluciones que aclaren el futuro. A su juicio, la recuperación de las economías ha de tener un liderazgo conjunto, basado en cuatro pilares: el apoyo a la industria, las infraestructuras, la I+D+i, y la lucha contra el cambio climático y la eficiencia energética.

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Rodríguez Zapatero, que presidió el Consejo Territorial del Partido Socialista -la reunión de los responsables del PSOE en cada una de las comunidades autónomas-, se mostró convencido de que la vuelta a la normalidad y la recuperación económicas en el Viejo Continente sólo será posible bajo un «liderazgo de las instituciones europeas, que coordine a los Gobiernos europeos».

Un liderazgo, matizó, ya solicitado en el Consejo Europeo celebrado hace una semana. Para el jefe del Ejecutivo, el Banco Europeo de Inversiones ha de tener un papel capital en lo que concierne al apoyo a las pequeñas y medianas empresas.

Un futuro distinto

Del mismo modo, Zapatero añadió que se han de acelerar tanto las infraestructuras que unen Europa como las políticas de investigación e innovación. Como último ingrediente del eje sobre el que ha de girar la recuperación económica, el presidente citó «el cumplimiento responsable de los compromisos energéticos a favor del desarrollo sostenible».

La filosofía de Rodríguez Zapatero, en definitiva, se condensa en la búsqueda de un nuevo orden. Un esquema en el que, dijo, primen tanto la ciudadanía como los intereses; los beneficios como el respeto a las reglas; y la cohesión como la capacidad de innovación de los mercados financieros.

«La salida a la crisis va a ser una opción social-demócrata», dijo, tras destacar el fracaso del ultraliberalismo. Ese futuro distinto, en el que las enseñanzas del pasado más reciente no se olviden y los fallos sistémicos se intenten solucionar, es el que Nicolas Sarkozy y José Manuel Durao Barroso trataron de plantear a Gorge W. Bush, consciente de la necesidad del cambio pero más reacio a que su país pierda una cuota de poder indiscutible hasta ahora.