La ruta encantada de Cádiz
Me gusta el misterio. Entre las sombras de una sala cinematográfica o al calor de una candela, rodeado de narradores susurrantes. Y Cádiz tiene sobre sus murallas no pocos enigmas, un ramillete de relatos dignos de una buena antología del miedo; leyendas capaces de sobrecoger el corazón del más rudo de los gaditanos. Y es que aquí hay fantasmas (y no me refiero a los de Emilio Rosado; tampoco a otros menos dignos), sino a los que deambulan protagonizando historias luctuosas que se repiten en el tiempo, una y otra vez, para quienes sepan -y quieran- abrir bien los ojos. Un algo de verdad y un buen ramalazo de mentira tiene todo esto, pero quién pone límites a la razón.
Actualizado:En mi faceta como periodista del misterio, que se complementa bien con mi trayectoria como estudioso del cine fantástico, ya son varios los reportajes que he dedicado a la historia oculta de Cádiz (ciudad siempre en mí, pese a la distancia), casi todos ellos publicados en la revista cumbre del sector, Más allá, pero también en sus hermanas Año/Cero y Enigmas. Son muchas las casas particulares, sobre todo del casco antiguo, que parecen encerrar fenómenos extraños tras sus puertas, como una, dicen, especialmente virulenta en la calle Plocia. Sin embargo hay cinco edificios gaditanos, muy conocidos por todos, con solera, populares ya (o a partir de hoy) por su convulsa vida paranormal. Podrían formar, junto a la Casa del Obispo, nuestra particular ruta encantada.
1º Espíritus de monjas y niños en la Casa Cuna
La explosión del 47 acabó con las vidas de niños, asistentas y monjas en la Casa Cuna. En el edificio construido a finales de los 50 en los terrenos de aquel hospicio se construyó lo que más tarde se conocería como Institución Provincial de Cádiz. En este nuevo inmueble, del que aún queda un resquicio propiedad del INEM, se llevaron algunos sustos las internas y el encargado de una radio local con sede allí: visiones de religiosas vestidas a la antigua usanza o de niños en las ventanas durante la noche, sonidos imposibles de campanas y de juegos infantiles... Un rumor reciente: alguien podría haber grabado un insólito halo de luz en los bajos del INEM.
2º Los lamentos del Hospital de Mora
Inaugurado a principios del siglo XX, cerrado en 1990, los sucesos se registraron justo en los días tras su cierre. Los testimonios son escalofriantes: «Estábamos en la planta de abajo y sentíamos en el techo el sonido de unos pasos y de los muebles al ser arrastrados. Las habitaciones estaban selladas con cadenas y, cuando más tarde abrieron una de esas salas, pudimos comprobar que las camas estaban juntas cuando en realidad se habían dejado separadas, tal y como suelen estar en los hospitales». Un vecino de La Viña justificaba, de una manera romántica y reivindicativa, el ajetreo paranormal: «los enfermos que murieron allí no querían que el hospital fuera abandonado de aquella manera».
3º Monjes espectrales en el Ayuntamiento
El reportaje que preparé para Más Allá sobre el consistorio gaditano me deparó varias sorpresas, entre ellas la insistente negativa a hablar de uno de los testigos principales porque aseguraba haber sufrido incluso una agresión inexplicable. El personal de limpieza y de seguridad recogen la mayor cantidad de experiencias, desde la visión de una procesión de monjes al olor de un extraño perfume varonil.
4º Un fantasma caritativo en el Puerta del Mar
Hace unos años, un programa de radio ya habló de la historia de una monja (una enferma, dicen otros) caritativa a la que nadie en el hospital consigue identificar. El tema se lleva con precaución: hasta hoy todos mis entrevistados prefieren permanecer en el anonimato.
5º ¿Qué sucede en el Colegio Valcárcel?
Queda una investigación pendiente sobre este edificio, ya que son muchas, aunque muy endebles, las historias paranormales que circulan sobre él. Aún así es uno de los referentes a la hora de abordar el asunto de las casas encantadas en nuestra ciudad.