ANÁLISIS. Juan Cruz regresó ayer a la Asociación de la Prensa.
Cultura

Juan Cruz presenta en Cádiz su memoria sentimental del periodismo

El escritor canario ofrece en la Asociación de la Prensa un corrosivo análisis sobre la situación del «oficio» e internet

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Cuando el tiempo se convierte en un abismo, resulta reconfortante mirar atrás, donde queda la tierra firme. Delante, ya no se sabe qué espera. Juan Cruz (Puerto de la Cruz, Tenerife, 1948) acaba de cumplir 60 años y confiesa sentir el vértigo del que se sabe con más pasado que futuro. Esa situación personal le ha hecho ubicar sus dos últimas obras en la melancolía y el recuerdo.

A medio camino entre las me-morias profesionales y la autobiografía sentimental, Muchas veces me pediste que te contara aquellos años es un repaso poético y doloroso por la juventud, el descubrimiento del amor y el sexo mezclados con la omnipesente aparición de la vocación del periodista.

Si su obra precedente, Ojalá Octubre, era un repaso a su infancia centrado en la figura de su padre, ahora aparecen los primeros amores, pero también los primeros devaneos con la literatura y el periodismo, las dos pasiones creativas (u oficios, según le gusta llamarlos) que han marcado su vida.

Esas claves personales forman el armazón de una obra concebida como una confesión a la mujer amada, a la que se le cuentan los años de la vida del autor que ella no vivió como cómplice.

Como subtítulo promocional, Alfaguara (firma responsable de la edición), califica Muchas veces... como «un testimonio de amor a su mujer y al periodismo». Como el primer apartado es más íntimo y personal, ayer se quedó encerrado en el libro, para los que quieran descubrirlo. La pulsión por el oficio periodístico, en cambio, monopolizó sin pausas la intervención del escritor en la presentación del volumen en Cádiz.

El salón de actos de la Asociación de la Prensa, poblado por más de 50 personas, fue el escenario de la presentación. El periodista de la SER y corresponsal de El País, Pedro Espinosa, fue el encargado de introducir al novelista, poeta y adjunto a la dirección del mismo periódico.

Periodismo en el abismo

El acto derivó, por vocación del orador y los asistentes, en un análisis del periodismo vigente. La ilustrativa anécdota sobre el último Premio Nobel de Literatura, Le Clèzio, fue la espoleta. Algunas páginas de internet le dieron por muerto nada más saberse que había obtenido el mayor honor de las letras en el mundo.

Ese error dio pie a una reflexión sobre el periodismo en internet «que muestra un boquete enorme en cuanto a las reglas que deben regir el oficio y multiplica la indefensión del lector». Muy crítico con su pasión y su profesión, Cruz aseguró que esos males «también afectan a la prensa tradicional» y calificó la situación de su prestigio como «extremadamente preocupante». El escritor centró el reto en «saber cómo recuperar la fe en el periodismo, indefenso ante las patrañas. Todos tendríamos que estar buscando su regeneración». El anonimato de los que lanzan comentarios insultantes o bulos en internet fue calificado como «nauseabundo» por el autor. Su falta de control «es el mayor problema a resolver en la red», según el autor canario .

Ni la profusión de las promociones comerciales que acompañan a la prensa ni los anuncios de prostitución se libraron del análisis que Juan Cruz intercambió con los asistentes. La conclusión general es que el periodismo se enfrenta a una crisis mayor y más compleja que la que afecta al resto de sectores. «Tener una prensa frágil es un problema de la sociedad, no sólo de los periódicos», resumió.