Faltan infraestructuras

e inauguró el martes la veintitrés edición del Festival Internacional de Teatro. Durante los días que nos quedan de octubre disfrutaremos en la ciudad de un acontecimiento que poco a poco ha conseguido arraigar en nuestro espacio cultural. Aunque a veces nos pueda parecer que la apuesta ha sido excesiva y muchas compañías no han respondido a las expectativas artísticas, hay que reconocer que es necesario mantener este encuentro, potenciarlo y dotarlo de los medios necesarios para su continuidad. El que se celebren en Cádiz acontecimientos como éste sirve, sin lugar a dudas, para que nuestra ciudad se consolide como un referente cultural con gran repercusión internacional y además para que el nombre de la Tacita de Plata sea reconocido en todo el mundo. Este Festival de Teatro, el de Títeres, Alcances, el Festival Internacional de Folklore, Cádiz en Danza y los Festivales de Música Española y de Manuel de Falla completan una variada agenda de acontecimientos que ocupan gran parte de la programación anual de la que nos debemos sentir contentos y orgullosos. Pero, en contrapunto a todo esto, hay que denunciar que existe un claro peligro cara a las celebraciones del Bicentenario. Estos encuentros necesitan una infraestructura adecuada para que puedan acogerse a los participantes que en ocasiones, como el FIT o el Festival de Folklore, son muy numerosas. Antiguamente, cuando se disponía de internados como Valcárcel, la Institución Provincial o el Tiempo Libre se podían acomodar las fechas para su utilización. Hoy estos espacios han desaparecido: el de Folklore hace ya muchos años tuvo que alojar a los participantes en Puerto Real y este año el de Teatro ha tenido que emigrar a Bahía Sur con el incremento presupuestario que sin duda esto ocasiona. Habrá que pensar en soluciones apropiadas ya que estas infraestructuras van a ser muy necesarias y hasta ahora no se ha previsto nada.