Una mujer afirma que su marido la atropelló para matarla porque quería separarse

«Una buena mujer va con su marido y no con otro hombre o con su hermana». Con un castellano por perfeccionar, el acusado de haber atropellado a su mujer en Villamartín con el fin de acabar con su vida, hacía esta afirmación en su última oportunidad de defenderse ante el tribunal que lo juzgó ayer en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial. Esa explicación que había utilizado durante el interrogatorio de la vista oral no la pasó por alto el fiscal, quien vio en ella un ejemplo de la superioridad que ejercía sobre su esposa.

Abdelali Bentahar, nacido en Marruecos aunque lleva 16 años en España, está acusado de intento de homicidio y de malos tratos habituales y se enfrenta a una posible condena de 10 años y tres meses, que es la pena solicitada tanto por el Ministerio Público como por la acusación particular.

Víctima y procesado coincidieron sólo en un detalle cuando describieron su relación de pareja, iniciada a partir de un matrimonio de conveniencia gestado en Marruecos, de donde es natural también la esposa: las discusiones eran habituales. Pero la joven añade las agresiones físicas y verbales, en público y privado, conformando una dura experiencia personal que se fue agudizando cuando ella cruzó el Estrecho para reencontrarse con su marido; hace seis años.

Esta mujer declaró ayer que desde que llegó a España comenzaron los problemas y los malos tratos que culminaron el día que fue arrestada su pareja. El 8 de abril del año pasado, la víctima fue atropellada por su esposo en la calle Coruña de Villamartín, donde el matrimonio tiene fijada su residencia. Ella sostuvo que no fue un accidente y que se había producido después de una fuerte discusión. El origen de esa última pelea estuvo en el deseo expresado por la víctima de acabar con la relación y marcharse a casa de su hermana.

Su marido, que sigue en prisión preventiva, relató una versión completamente distinta. Sí reconoce la discusión, pero sólo en el terreno de lo verbal, y cuando cogió su coche, se le cruzó la mujer y la atropelló sin querer. Cuando le preguntaron por qué dio marcha atrás después de arrollarla, alegó que sólo iba a ayudarla.

Un testigo

El testimonio del testigo que socorrió a la chica vino a desmontar este último punto, que refuerza la tesis del Ministerio Público sobre la intención de matar que tenía el procesado. Se trata de un vecino que estaba muy cerca del lugar de los hechos. Dijo al tribunal que escuchó un fuerte ruido y al salir a la calle vio a la víctima tirada en el suelo, fue en su ayuda y al ver que un coche daba marcha atrás la sacó de la carretera «para evitar un mal mayor». Esta persona reconoció al conductor y le pidió que se marchara. «¿En qué estado se encontraba?, pues muy nervioso». El abogado del acusado quiso confirmar si el gesto de dar marcha atrás al coche fue para ayudarla, pero este testigo aseguró no ver ningún gesto que lo indicara, sino todo lo contario.

La defensa se agarró a la poca gravedad de las lesiones que presentaba la víctima -traumatismos en la rodilla y contusiones- para esgrimir la falta de intencionalidad pese a que Abdelali Bentahar «tuvo la oportunidad de matarla».

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