What crisis?
Como una ya tiene sus añitos, se acuerda muy bien del título de ese álbum de Supertramp: Crisis? What crisis? En la carátula, un señor ataviado con alegre bañador estampado descansaba a la sombra de una sombrilla (perdón por la redundancia, pero sonaba tan zarzuelesca ), olvidado del mundo, en tanto que a su alrededor todo aparecía gris, sucio y contaminado. El tipo del disco de Supertramp ignoraba la crisis que lo circundaba. No quería o no podía enterarse.
Actualizado: GuardarAlgunos días me siento como ese señor del Meyba y la tumbona. No porque la crisis (o el receso, o la inestabilidad, o el difícil momento económico, o cualquiera otro sinónimo que queramos utilizar) no me afecte o no me importe, no. Me siento así porque no comprendo la mitad de lo que se publica, comenta y discute en la prensa económica y en los medios especializados. No me explico, por ejemplo, cómo unas empresas que han venido recogiendo ganancias sin cuento durante años se vienen abajo y se declaran en quiebra en cuanto que el beneficio comienza a disminuir. ¿Es que nadie leyó el cuento de la cigarra y la hormiga? ¿O es que los resultados que se publicaban hace un par de años estaban engordados? ¿Qué hicieron los bancos y las financieras con los intereses que les hemos estado pagando religiosamente? ¿A dónde fueron a parar los dividendos de tantas campañas fabulosas? ¿Se ha esfumado el dinero? Porque digo yo que en algún sitio tienen que estar el que ahora falta
He leído por ahí que hay un profesor que explica en Internet la crisis con palabras sencillas, como para que una ignorante de la economía como yo pueda entenderla. Voy a buscarlo sin más dilación. Porque no me gusta sentirme tan tonta. Quiero enterarme de qué es lo que está pasando fuera de la sombra de mi sombrilla.