Era por eso
Aprended, flores, de la Banca lo que va de ayer a hoy, que anteayer maravilla fue y pasado mañana volverá a serlo. Las Bolsas aplauden el plan de rescate, que ha tenido un éxito sin precedentes, ya que se ignoran las consecuencias. Sólo las viejas ricas, como Europa, aunque vengan a menos y hayan tenido que prescindir del servicio, son capaces de gastarse 2,5 billones para salvar la situación.
Actualizado: GuardarDespués del viernes negro han llegado unos días resplandecientes. El Ibex y el Dow Jones son una feliz pareja y España destinará 100.00 millones de euros en avales, sólo en lo que resta de año.
Hemos pasado del pozo más siniestro a las cumbres más celestes, que según Rubén Darío lo celeste y no lo verde, es el color de la esperanza. El blindaje de la Banca representa el 15 por ciento de la presunta riqueza nacional. El dinero virtual corre que se las pela, quizá para ocultar sus vicios. Ahora resulta que era eso lo que resumía nuestras zozobras, nuestro paro y nuestros terrores de futuro.
El dinero, que tiene vocación de vagabundo y que se hizo sedentario. Le pregunté una vez a alguien que lo tenía en grandes proporciones para qué servía el dinero y me dijo que para una sola cosa: para no tener problemas de dinero. Era un hombre muy mayor y bastante enfermo. Ejerció la misericordiosa obra de enseñar al que no sabe y me explicó que él tenía muchos problemas -temía quedarse ciego y temía quedarse sin algún hijo-, pero no tenía ningún problema de dinero.
Los nuestros se han acabado por unos días. No lo podremos gastar a manos llenas porque las tenemos ocupadas aplaudiendo el plan de rescate. La Bolsa está a salvo, de momento, y ahora sólo tendremos que salvar nuestras vidas, que son cuatro días y dos de ellos lloviendo. Casi siempre en los alrededores de los pantanos.