Dos muertos en el enfrentamiento armado entre las tropas de Camboya y Tailandia en la frontera

Las tensiones que en los últimos cuatro meses se llevaban gestando entre Camboya y Tailandia con motivo de la reclamación de la soberanía de los 4,6 kilómetros cuadrados que rodean al templo hindú de Ta Moan Thom, en la frontera común, han estallado hoy en un enfrentamiento armado en la selva que hasta el momento se ha cobrado la vida de dos soldados camboyanos.

Phnom Penh asegura haber capturado a diez militares del bando enemigo, pero Bangkok niega esta información. Como medida de precaución, el Gobierno tailandés urgió a sus compatriotas que viven en Camboya a que abandonen este país lo antes posible.

En el combate, que duró unos 40 minutos, las tropas camboyanas y tailandesas dispararon cohetes y armas ligeras. Según el ministro de Exteriores de Camboya, Hor Namhong, dos de sus soldados han muerto y al menos otros siete de ambos bandos han resultado heridos.

A pesar de todo, el ministro ha anunciado que Phnom Penh y Bangkok han acordado celebrar una reunión que previsiblemente se celebrará mañana, jueves, para intentar resolver el conflicto, aunque ha sugerido que la escalada de violencia en estos meses se hacía inevitable. "Es un buen signo que podamos comenzar a resolver este conflicto. Consideramos que este ha sido un incidente entre soldados y no una invasión de Tailandia", ha manifestado en declaraciones a los medios de comunicación.

Por otro lado, Hor Namhong ha anunciado que sus tropas han capturado a diez militares tailandeses. "El primer ministro ha ordenado que se trate bien a los diez soldados", ha explicado, al tiempo que ha añadido que serán devueltos a su país si Bangkok lo pide. Sin embargo, el Ejército tailandés ha asegurado que en sus filas no falta ningún soldado.

Acusaciones mutuas

El pasado julio, Camboya y Tailandia desplegaron cientos de soldados a ambos lados del paso fronterizo más próximo al templo, y la situación hizo tambalear las relaciones diplomáticas entre los dos gobiernos. Hace dos semanas, se reanudaron las hostilidades cuando dos soldados camboyanos pisaron una mina antipersona y un militar tailandés resultó herido en el posterior tiroteo.

Como en estos enfrentamientos, ambas partes se han acusado mutuamente desde el principio de disparar primero y provocar el tiroteo en las inmediaciones de la localidad de Preah Vihear. "Puedo confirmar que ha habido un enfrentamiento entre camboyanos y tailandeses. Los tailandeses nos dispararon primero", ha asegurado Preab Tan, gobernador de la provincia de Preah Vihear.

El Ministerio tailandés de Exteriores ha desmentido poco después esta información. "Tenemos confirmación del incidente del tiroteo, que incluyó armas ligeras y granadas de propulsión. Las tropas tailandesas insisten en que no comenzaron el incidente y seguimos la política de contención del primer ministro", ha señalado un portavoz. En este sentido, los medios tailandeses han publicado que el Gobierno ha emitido una protesta formal a la Embajada de Camboya en Bangkok porque, según ha afirmado, las tropas del país vecino han sido las primeras en abrir fuego contra sus soldados.

Las dos naciones se disputan desde hace décadas la soberanía del templo del antiguo imperio jemer, que data del siglo XI. En 1962, el Tribunal Internacional de Justicia de La Haya determinó que el terreno sobre el que se ubica el recinto religioso del antiguo reino jemer corresponde a Camboya, pero Tailandia se resiste a aceptar ese dictamen.

Medidas de preocupación

Como medida de precaución tras conocerse el incidente fronterizo, el ministro tailandés de Exteriores, Sompong Amornvivat, urgió a sus compatriotas que vivan en Camboya a que abandonen este país lo antes posible.

"Los empresarios tailandeses que no tengan necesidad de estar en Camboya ahora, por favor vuelvan urgentemente a Tailandia", señaló Sompong en declaraciones a los medios de comunicación, al tiempo que afirmó que el Gobierno ya ha preparado un plan de evacuación.

Mientras tanto, en la capital de Camboya el primer ministro, Hun Sen, ha convocado una reunión de emergencia del Gobierno y de los jefes del Ejército para decidir una respuesta tras el combate.