Una noche para olvidar

ue el sábado 12 de enero del presente año. Llegaba Las Palmas con ganas de abandonar el farolillo rojo y lo hacía en un feudo donde nunca había perdido. Los insulares eran optimistas y, pese a la posición en la clasificación, creían en la permanencia. El final lo recuerda todo aficionado del Xerez que estuvo presente en el partido que deparó en la dimisión de Morales, así como el rapapolvo a los jugadores. La marea azulina reventó, no quería ver a su equipo en lo más hondo de Segunda y lo mostró con contundencia, eso sí, contra los jugadores. Aquella noche fría de enero también fue el inicio del fin de Casuco, quien achacaba la abultada derrota a sus propios futbolistas.