Brad Pitt quería ser estrella del rock
El actor comparte de nuevo protagonismo con George Clooney en 'Quemar después de leer', lo último de los Coen Los intérpretes preparan otro proyecto para el otoño
Actualizado:'Quemar después de leer' es la primera 'comedia idiota' que Brad Pitt hace con los hermanos Coen. Arropado por su buen amigo George Clooney, con quien viajó a la última Mostra de Venecia para presentar esta ácida y corrosiva historia en la que también están presentes John Malkovich, Tilda Swinton y Frances McDormand, este guapo de Hollywood es cada vez más un padre a tiempo completo desde que comparte su vida con Angelina Jolie.
Pitt , que en diciembre cumple 45 años, da en diana en el papel de entrenador personal de pocas luces, adicto al chicle y al iPod y que bebe Gatorade. Además, Joel y Ethan Coen no jugaron sólo con el peinado de Javier Bardem en 'No es país para viejos', también se apuntan un tanto al presentar al nuevo Pitt con tupé.
¿Cómo están sus mellizos Vivienne Marcheline y Knox Leon?
Muy bien, muchas gracias. Están saludables y estupendos.
Ahora que tienen seis hijos en común ¿piensa rodar de nuevo con su pareja?
Ahora mismo sólo pienso en trabajar con George Clooney, tenemos algo preparado para este otoño. Angie y yo trabajamos juntos cada día.
Se rumorea que Angelina Jolie sufre depresión post parto.
No es cierto. Angie está cansada pero feliz con nuestros hijos. Afortunadamente todos están muy bien, aunque no dormimos nada.
¿En quién se inspiró para crear el personaje de 'Quemar después de leer'?
Me lo inventé yo solito en un día. Creo que la interpretación no se puede medir, es muy difícil explicar cómo construyes un papel, incluso para mí es un misterio. De hecho, me sorprende de donde nace la interpretación en mí. A Angelina le pasa lo mismo. La idea de asumir o presumir ciertas situaciones que supuestamente van en un camino distinto no es algo que se entienda como una posibilidad real, por eso es complicado verbalizarlo.
La idea del personaje
Sí podrá decir cómo se prepara.
Siempre de la misma forma, da igual que sea comedia, drama o aventuras. Lo primero que hago es estudiar el personaje, tratar de estrechar los lazos entre la realidad y la idea que yo me he formado del papel que tengo que representar. Las primeras semanas son de búsqueda, de ir corrigiendo errores. La interpretación no es una ciencia exacta, pero tiene su técnica. Los personajes empiezas a entenderlos como la aritmética, tienes que conocer su mundo, sus puntos de vista, sus situaciones, y cómo responden a lo que viven.
Sí, pero en 'Quemar...' hace un rol muy distinto y, además, ha recibido órdenes de los deseados Coen.
Fue toda una sorpresa. Llevo varios años llamando a la puerta de los Coen y nada. Su llamada me hizo muy feliz y cuando leí el guión me enfadé por el personaje que me habían escrito (risas).
Ha demostrado que tiene madera para la comedia, pero sus próximas películas son dramas (repite con David Fincher en 'El curioso caso de Benjamin Button' y filmará con Terrence Malick 'The Tree of Life').
Creo que últimamente he hecho personajes muy americanos. Estados Unidos está viviendo un momento realmente interesante, sobre todo en la última década, y me he concentrado en personajes que se identifican con mi país. He hecho varias comedias a lo largo de mi carrera, aunque algunas puede que no fueran muy divertidas. En el filme de David Fincher vuelvo a tener como compañera a Tilda Swinton y la mejor descripción que puedo hacer es que es una carta de amor a Nueva Orleans, una carta de amor a la familia.
'Quemar después de leer' es una historia coral en la que hace de secundario de lujo.
Cuando eres el protagonista tienes todas las respuestas, sabes cómo salir de todas las situaciones. Todo eso es bueno para el ego, pero es mucho más divertido participar en películas con un gran equipo de actores y ser secundario, interpretar personajes que toman las decisiones equivocadas y que se enfrentan a situaciones delicadas sin éxito. Esto fue lo mejor del filme con los Coen.
Es de las estrellas que mejor pisa la alfombra roja. ¿Ha pensado alguna vez qué hubiera sido de usted si no llega a triunfar en el cine?
Me habría convertido en una estrella de rock. Todos los hombres tenemos la fantasía de tocar en el escenario delante de mucha gente. No soy bueno, pero toco la guitarra porque me fascina la música. Confieso que ya me he despertado de ese sueño.
Las estrellas de rock también sufren el acoso de la prensa.
Lo divertido de todo lo que se dice de nosotros es que no tiene nada que ver con nuestra vida diaria. Decidí ser actor sin saber qué significaba la fama, que, una vez que te atrapa, ya no te escapas. Me fascina el cine, adoro la interpretación y hay que adaptarse a todo lo que conlleva estar en esta profesión, que puede llegar a aturdirte.
¿Se lleva los personajes a casa?
No. Al contrario, me es más difícil meterme en el papel que desprenderme de él.