TROFEO. Rafa Nadal se mostró muy contento. / AFP
TENIS MASTERS DE MADRID

Rafa Nadal recibe el trofeo de número uno de manos de Santana

Acabará líder mundial este 2008 con ganar dos partidos en Madrid Para calentar motores forma pareja con Moyá ante Blake y Fish

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El argentino David Nalbandián, defensor del título en el Masters Series de Madrid, llega a la capital de España con un nuevo galardón, el de campeón del torneo de Estocolmo, en cuya final se impuso al sueco Robin Soderling por 6-2, 5-7 y 6-3. La competición madrileña reúne a lo más granado del ránking mundial, con Rafael Nadal y Roger Federer al frente del grupo de selectos tenistas, en el que no figura Juan Carlos Ferrero, al que se le negó una plaza de invitado, lo que provocó un pequeño escándalo, porque aunque Manolo Santana, director del torneo, le había resuelto el problema, eso llegó por las protestas del entrenador del jugador de Onteniente, que no por una correcta decisión anterior.

El Masters de Madrid reparte 2.270.000 de euros, con un premio de 300.000 para el vencedor. Rafael Nadal, que ayer recibió de manos de Manolo Santana (en ausencia de Etienne de Villiers, presidente de la ATP), el flamante trofeo que le acredita como líder mundial, calentará motores en la prueba de dobles, formando pareja con su paisano Carlos Moyà. Sus rivales van a ser los estadounidenses James Blake y Mardy Fish. El encuentro está programado para hoy. A Nadal le servirá de calentamiento para cuando le llegue, mañana, la hora de encarar su primer partido en la competición de individuales. Se las verá contra el vencedor del partido entre el letón Ernests Gulbis y el alemán Nicolás Kiefer. Al letón le ganó este año en la segunda ronda de Wimbledon por 5-7, 6-2, 7-6 (2) y 6-3, y sobre Kiefer registra cuatro victorias en otros tantos enfrentamientos. Nadal tuvo ocasión de probar la pista del Telefónica Arena y comprobó que le va bien. Sobre su posible primer adversario comentó que tanto Kiefer como Gulbis «son rivales peligrosos». Respecto a Gulbis insistió en su profecía de que en tiempo y hora «llegará a ser el número 1 del mundo». Nadal no pudo evitar su alegría cuando le fue entregado el distintivo de primero del mundo: «Que me den este trofeo en un torneo que ha sido muy especial para mí y ante mi público es muy significativo».