SINIESTRO. Estado que quedó el monovolumen accidentado tras el fuerte impacto. / ROMÁN RÍOS
Ciudadanos

La investigación apunta a un exceso de velocidad de la furgoneta y al mal tiempo

Los bomberos emplearon cerca de dos horas para sacar a los heridos que quedaron atrapados en los vehículos, destrozados por el fuerte impacto

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La reconstrucción de los hechos, según la investigación iniciada por la Guardia Civil, apunta a que la colisión tuvo su origen en un cúmulo de circunstancias que hicieron al conductor de la furgoneta Ford Transit perder el control de su vehículo en la salida de una curva, invadir el sentido contrario de la carretera e impactar contra el monovolumen que conducía el marido de Esther Arroyo. La lluvia y el viento, unido a un exceso de velocidad, fueron los ingredientes fatales que desencadenaron el siniestro. Esas mismas conclusiones fueron confirmadas ayer tanto por el subdelegado del Gobierno, Sebastián Saucedo, como por la DGT.

Óscar Jiménez Pérez, de 29 años, conducía sin acompañantes la furgoneta, con matrícula 2285- BJM y propiedad de una empresa de electricidad. Al tomar la curva del punto kilométrico 44 de la N-340, con una velocidad inadecuada para las condiciones de la vía y el mal tiempo que había en ese momento, perdió el control e invadió el carril contrario, según las mismas fuentes antes citadas.

El otro vehículo implicado, una Chrysler Voyager con matrícula 7132-FDB, era conducido por el esposo de Esther Arroyo, Antonio Navajas, que no pudo esquivar la furgoneta y chocó frontalmente. De copiloto iba su esposa, que reside en Tarifa donde regenta un pequeño hotel con la antigua cantante de Mecano, Ana Torroja, quien viajaba en los asientos traseros junto a su pareja, Rafael Duque, y otros dos amigos: Miguel Ángel Horga y Ulises de Assas Rodríguez. Todos se dirigían hacia el aeropuerto de Sevilla donde iban a tomar un vuelo.

El fuerte impacto dejó la Ford Transit, que iba cargada con bovinas de cable, partida en dos: la parte delantera se quedó en mitad de la carretera y la trasera en la cuneta; mientras que el monovolumen hizo un efecto acordeón y el chasis se empotró entre los asientos del piloto y el copiloto.

El rescate de las víctimas fue complicado y los bomberos necesitaron alrededor de dos horas para sacar a los heridos. El ocupante de la furgoneta estaba debajo de una de las piezas del vehículo que saltó por los aires. Un equipo se encargó de liberarlo al mismo tiempo que otros efectivos se afanaban en sacar a las seis personas que viajaban en la Chrysler. Esta tarea fue ardua porque debido al golpe, el vehículo tenía bloqueadas las puertas y los heridos no sólo estaban atrapados entre el amasijo de hierros sino también sujetos por los cinturones de seguridad. Por eso, los bomberos tuvieron que recurrir a la rotura de cristales y a levantar la chapa para liberarlos.

El peor estado lo presentaba Ulises de Assas, de 40 años, quien ingresó en el Clínico de Puerto Real con diversos traumatismos. No pudo superar la gravedad de las lesiones y en el transcurso de una operación quirúrgica falleció sobre las tres de la tarde.

Parte médico

Al centro hospitalario puertorrealeño también fueron llevados Esther Arroyo y su esposo, su amigo Miguel Ángel Horga, de 39 años, y el conductor de la furgoneta. La modelo fue operada de una fractura en su pierna derecha. Fuentes del SAS confirmaron en el último parte médico emitido a media tarde que se estaba recuperando favorablemente en la Unidad de Reanimación Quirúrgica; su esposo estaba pendiente de ser intervenido por varias fracturas; el otro ocupante de la Chrysler había sido derivado por la tarde al hospital Puerta del Mar donde le iban a tratar de un traumatismo facial y el otro conductor, con pronóstico grave, también iba a ser operado para corregir diversas fracturas.

Por otro lado, la cantante y su marido fueron trasladados en ambulancia al hospital algecireño Punta de Europa, ya que uno de los servicios sanitarios que acudió a la emergencia dependen de este centro. Al igual que su amiga Esther Arroyo, Torroja está fuera de peligro, ingresada en planta, pese a que sufrió la rotura de una clavícula. Su pareja también evoluciona favorablemente, aunque según el último parte permanece en la UCI.

Tanto en las puertas de los hospitales como en el lugar del accidente se congregaron muchos periodistas después de que la noticia saltara a primera hora de la mañana y acaparara el interés mediático de los medios nacionales.