Guillermo Rocha. / LA VOZ
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«No sé cómo estoy vivo, me pasó a un metro cuando invadió el carril»

Un testigo del siniestro explica a LA VOZ cómo sucedió la colisión y lo cerca que estuvo de verse envuelto en él

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El siniestro que tuvo lugar en la mañana de ayer y que se cobró la vida de un hombre de 40 años contó con un testigo que no fue víctima por tan sólo un metro. Guillermo Rocha trabaja para una empresa que se dedica a organizar entrenamientos para los efectivos del Consorcio de Bomberos de la Provincia de Cádiz. Había partido de Tarifa en dirección a Medina, donde le esperaban en el parque de esta localidad. Conducía a la altura del kilómetro 44 de la N-340, en sentido Cádiz. Tras él circulaba un Chrysler Voyaguer oscuro. Rocha calcula que ambos iban alrededor de 80 km/h. Era una recta, pero el viento les golpeaba racheado y con fuerza y la lluvia apenas dejaba visibilidad para la conducción.

Terminaban la ascensión de una pendiente y ante sí, Rocha tenía una curva a su izquierda. De ésta apareció una furgoneta Ford Transit. «Me sorprendió la velocidad a la que venía, iba muy rápido», explicó Rocha. Este testigo del siniestro señaló que apenas tuvo tiempo para reaccionar. Apretó el volante con fuerza y no llegó a frenar. «La furgoneta me pasó por detrás porque no frené y chocó con el coche que venía detrás de mí», explicó el testigo. Rocha detalló que le dio la impresión de que la Transit circulaba muy deprisa, «al salir de la curva derrapó la parte trasera y con la ayuda del peso que llevaba y el viento se cruzó en nuestro carril por detrás de mí y la Voyaguer impactó de lleno contra la furgoneta».

Guillermo Rocha detuvo su vehículo para llamar de inmediato a los bomberos, cuyo número directo tenía por razones de trabajo. A poca distancia se encontraba la venta El Tejonero. Vio aparcado un vehículo de la Guardia Civil de Tráfico y acudió con rapidez para darles razón de lo que acababa de ocurrir a apenas un kilómetro de distancia. «Vi que otros coches se detenían y ya había avisado a los bomberos y a la Guardia Civil, así que seguí mi camino porque en estos casos uno sólo puede estorbar», comentó Rocha. Es consciente de lo que ha sucedido, sabe que la muerte le ha pasado muy cerca y a última hora de la tarde de ayer aún se sentía aqueja por la ansiedad. «No sé cómo estoy vivo», concluyó.