Confianza socavada
Actualizado: Guardaros jueces de este país andan mosqueados. Preparan una huelga encubierta para demostrar a la sociedad que ellos son víctimas y no parte del caos judicial existente en España. Se han rebelado especialmente porque el Ministro de Justicia ha pedido mayor dureza contra el Juez del caso Mari Luz, el señor Tirado, aquel al que condenaron a una multa de mil quinientos euros por no hacer bien su trabajo. Curiosamente, como contraste, a la secretaria judicial la han suspendido de empleo y sueldo por dos años. A mí desde luego no me cuadra la disparidad en las sanciones. Entiendo que a mayor responsabilidad mayor dureza en la sanción. En ambos casos ha aflorado el llamado corporativismo profesional, porque no se puede entender de otro modo la protesta de los compañeros del Juez y la secretaria. Nadie discute que la Justicia española necesita una reforma y una modernización profundas y que lo ocurrido tiene que ver con la penosa situación de los Juzgados. Pero errores con resultado de muerte, como es el tristísimo caso de la pequeña, deben ser asumidos y no rechazados con excusas acerca del caos en la Administración de Justicia. Los jueces no son perfectos y por ende, la Justicia impartida por ellos tampoco. Conocemos casos de magistrados excelentes, eficaces y diligentes. Pero también encontramos homófobos, superconservadores, distraídos, torpes, desequilibrados Las acciones de estos magistrados las sufren los ciudadanos y por lo general se tarda demasiado en detectarlos. En algunos casos es evidente que deben ser apartados de la carrera judicial pero esto rara vez ocurre. ¿Otra señal de corporativismo? Me gustaría seguir confiando en la Justicia española pero confieso que cada vez me cuesta más. Probablemente me pasa porque no entiendo algunas decisiones jurídicas. ¿Qué le parece a usted la puesta en libertad vigilada desde Julio pasado de la etarra Elena Beloki, de 47 años, para someterse a un tratamiento de fertilidad? De cachondeo, como diría Pacheco, por no decir algo más fuerte.