
Las fuerzas de la OTAN perseguirán el tráfico de drogas en Afganistán
EE UU pide que la Alianza Atlántica combata el cultivo de heroína, principal fuente de financiación de los talibanes
Actualizado: GuardarLa OTAN ha comenzado a estudiar la manera de combatir el cultivo de heroína en Afganistán, que constituye una fuente muy importante de financiación para los talibanes, según reconoció ayer el portavoz de la Alianza Atlántica, James Appathurai. Reunidos en Budapest en el Consejo Atlántico, los ministros de Defensa de los veintiséis miembros de la organización escucharon ayer por la tarde una primera exposición sobre el tema a cargo de responsables militares del Mando Supremo Aliado.
Los debates sobre la nueva misión continuarán hoy. Tanto el Gobierno afgano como Estados Unidos han pedido determinación a la OTAN para luchar contra el narcotráfico en Afganistán. Appathurai manifestaba hace pocos días en Bruselas, durante una reunión preparatoria del Consejo húngaro, que la situación del narcotráfico en el país asiático está mejorando paulatinamente. «La producción -señaló- ha caído un 20% y 18 de las 34 provincias del país están ahora libres de estos cultivos». El 92% de la heroína que se consume en el mundo procede de Afganistán.
Los talibanes, según el portavoz aliado, «actúan como una mafia cualquiera en el negocio del narcotráfico. Protegen los cultivos y cobran un porcentaje, que puede representarles al año entre 60 y 80 millones de dólares (entre 44 y 58,5 millones de euros)».
Desviarse del objetivo
La OTAN no se está planteando destruir los cultivos de amapola. Prefiere, y en este sentido Appathurai valoraba positivamente declaraciones recientes de gobernadores de provincias afganas, evitar que la plantación llegue a tener lugar.
Sí se contemplan, en cambio, acciones directas contra los laboratorios que controlan los 'señores de la guerra' locales, y contra los canales de financiación y blanqueo del dinero de la droga. Uno de los principales recursos para subsistir en un país asolado .
Varios socios aliados, entre los que se encuentra España, temen que si la Alianza Atlántica empieza a combatir el narcotráfico se desvíe de su misión primordial, que es la pacificación y la reconstrucción del país.
En marzo de 2004, el enviado de la Unión Europea en Kabul, Joan Vendrell, formuló unas declaraciones a un medio nacional en las que afirmaba que cuando los talibanes dominaban el país, el cultivo de opio, explotado tradicionalmente por los 'señores de la guerra' afganos, había caído en 2001 a un mínimo histórico.
La invasión de Estados Unidos y actuación militar de la coalición internacional tras los atentados del 11-S permitió la recuperación del negocio, que es ahora explotado por los talibanes, quienes contrariamente a sus creencias dedican los beneficios a la compra de armamento para luchar contra el invasor extranjero.