¿Y qué pasa cuando se acabe el paro?
Los sindicatos advierten que los problemas llegarán al agotarse las prestaciones UGT y CCOO aseguran que las cifras del desempleo aún no han pasado lo peor
Actualizado:Mucho, mucho peor que la tortura en sí es no saber ni siquiera cuándo terminará esa tortura. Porque no hay forma de acertar con las fuerzas que hay que reservar, porque se desconoce hasta dónde hay que aguantar. «Lo único que sabemos es que esta crisis financiera no va a durar un solo año; las crisis duran mucho más para el ciudadano», concretaron ayer los máximos responsables sindicales de la provincia, los secretarios de Comisiones Obreras (Manuel Ruiz) y UGT (Pedro Custodio).
Casi como un sarcasmo (o una casualidad), el pasado 7 de octubre se celebró en todo el planeta el día por el trabajo decente. Que se lo digan a un mercado laboral como el gaditano, donde 129.154 personas están apuntadas ya a las oficinas de desempleo y cerca de un 15% de ellas no tienen ninguna o casi ninguna posibilidad de encontrar un puesto de trabajo. Están fuera de toda medida.
Ruiz y Custodio utilizaron la efeméride mundial para hacer balance, para detenerse y advertir sobre lo que ya está encima y algunas pistas sobre lo que puede caer en los próximos meses. Los parados de hoy preocupan, por supuesto que preocupan. Como igualmente es alarmante lo que podría venir en los próximos meses, puesto que el último trimestre de cada año ha sido siempre el más negativo para Cádiz por la estacionalidad del turismo y los finales de contrato en la construcción. Pero los sindicatos recordaron ayer un efecto de segunda generación más nefasto que los anteriores: ¿Qué pasará cuando dentro de un año las actuales prestaciones por desempleo (el cobro del paro) se vayan agotando y el parado se encuentre sin posibilidad de reincorporarse al sistema porque la crisis sigue negra? «Entonces sí que tendremos problemas», concluyeron ambos.
A no ser de que se tomen medidas. «Los Presupuestos del Estado y de la Junta deben recoger todo lo comprometido y mantener el empleo en sectores como sanidad, educación o Defensa», reclamó Manuel Ruiz. La Administración regional, para ser más exactos, también tendrá que demostrar con inversiones la promesa de 1.500 millones de euros que presentó tras el cierre de Delphi. En cuanto a esta factoría y las empresas que tenían que venir para paliar su adiós, Custodio lamentó que «los medios sepan más que nosotros y la verdad es que las empresas no acaban de venir». Ruiz exigió a la Junta «menos anuncios y más realidades», si bien volvieron a renovar su confianza en un proceso «en el que se notará la crisis y las empresas tendrán más problemas».
Utilizando esa misma mezcla de empresas y problemas, CCOO y UGT retomaron otro de sus viejos hilos reivindicativos: la responsabilidad social de las compañías. «No puede ser que en épocas de bonanzas se lleven todos los beneficios y que cuando lleguen los malos tiempos el que pague la situación del trabajador: no queremos ser los pagadores de todo esto», señaló el portavoz de Comisiones. ¿Y todo esto supone que podrían acabar de protesta en la calle? «No lo descartamos si las cosas se deterioran, aunque queremos ser responsables e intentar no tomar medidas drásticas», contestó Manuel Ruiz, quien solicitó más responsabilidad a todos los agentes implicados (empresarios y partidos) en la larga travesía que queda hacia la recuperación.