Como el fuego y el hielo
Makoto Kobayashi y Toshihide Maskawa, investigadores japoneses laureados con el Nobel de Física junto al estadounidense Yoichiro Nambu, son personalidades tan opuestas como el fuego y el hielo, que logran ahora la recompensa por un descubrimiento hecho hace 35 años. Estos expertos en física de partículas comenzaron sus trabajos a finales de los años 60 y a comienzos de los 70, tras diplomarse ambos en la universidad de Nagoya.
Actualizado:Maskawa, de 68 años, brillante matemático, y Kobayashi, de 64 años, especialista en experimentaciones, trabajaban juntos sobre la famosa «ruptura de la simetría» entre materia y antimateria en tiempos del Big Bang, el impresionante fenómeno al que investigadores atribuyen la causa de la formación del universo. Ambos presuponen entonces la existencia de más de tres familias de quarks para explicar este fenómeno, pero el calmado Kobayashi y el fogoso Maskawa difieren en torno a la cantidad final. Un día, Maskawa, muy excitado, se dice convencido de que ha encontrado un modelo teórico de cuatro familias, pero Kobayashi, decidido, pero en calma, rechaza de tajo esa tesis.
Esa misma noche, cuando trata de calmarse con un baño, Maskawa tiene súbitamente una iluminación: en efecto, hay seis familias de quarks, dijo ayer a la agencia de prensa Jiji.
Ambos compadres redactan entonces su tesis y publican en 1973 un artículo que hace historia en el mundo de la investigación fundamental: La ruptura de simetría CP en la renovación de la teoría de las interacciones débiles. Apegados a este modelo, ambos continuaron desde entonces sus trabajos en sus respectivos centros de investigación. Kobayashi había logrado ya numerosos premios en Japón hasta alcanzar esta recompensa suprema del Nobel.