
Obama abre brecha en feudos rivales
El candidato demócrata se presentó al debate de anoche con una clara ventaja en las encuestas y sones de triunfo en más estados republicanos McCain explota el miedo a lo desconocido que suscita un político joven
Actualizado: GuardarEl formato del segundo debate presidencial que se celebró anoche en la Universidad de Belmont en Nashville (Tennessee) era el preferido de John McCain, con preguntas del público en lugar de un astuto periodista en busca de un renuncio. Era su oportunidad para detener el ascenso de Barack Obama, que llegó ayer al duelo con las encuestas a favor. Cuatro semanas de debacle financiera han abierto brecha en el mapa electoral. El terremoto de Wall Street también ha cambiado la geografía política del país. Estados en los que hace un mes los republicanos mantenían una ventaja importante están ahora empatados o incluso tienden hacia Obama.
En la encuesta nacional de NBC/Wall Street Journal, el senador afroamericano disfrutaba ayer de seis puntos de ventaja, la mayor que ha tenido nunca en este sondeo. Y si lo que cuentan son los de estado por estado, el que encargaron CNN y la revista 'Time' extendía ayer las victorias demócratas a cuatro nuevos estados: Carolina del Norte, New Hampshire, Ohio y Wisconsin.
El abanico de encuestas es amplio, pero en todos McCain perdía ayer en los sitios clave y entre los votantes más decisivos. Su único respiro llegaba con la encuesta de la cadena Fox y Rasmussen, donde ganaba Ohio por apenas un punto, una mínima ventaja que no superaba el margen de error. Por eso McCain, que hace seis meses prometió que en su campaña no habría sitio para los ataques sucios, no tuvo más remedio anoche que dedicar buena parte de sus alocuciones a cuestionar la credibilidad de su rival.
El septuagenario senador de Arizona explota el miedo a lo desconocido que suscita un político joven al que califica como «el más liberal del Senado». Advierte de que el público no conoce al verdadero Obama, al que encuentra culpable por asociación con ex terroristas (Bill Ayers, fundador de la Weather Underground), empresarios corruptos (Tony Rekzo), y predicadores radicales (Jeremiah Wright). McCain alerta a los votantes de que el aspirante demócrata subirá los impuestos e impondrá una «medicina socializada» que interpondrá al gobierno «entre tú y tu médico de cabecera».
El senador por Illinois tampoco se ha quedado corto al resucitar un viejo caso de corrupción que involucró a McCain y otros cinco legisladores en una investigación de 'los cinco de Keating', donde se les exoneró de corrupción pero se les recriminó por su falta de buen juicio.
«¿No necesito lecciones!»
«¿Yo no necesito lecciones sobre cómo decir la verdad al pueblo estadounidense!», explotó McCain, airado, en un mitin previo al debate. «Y si alguna vez lo necesitase, dudo que acudiera a un político de Chicago». Su mal carácter es conocido, pero ha sido capaz de contenerlo en las apariciones públicas. Ayer también estaba limitado por dos minutos para cada respuesta y estrictas zonas delimitadas en el escenario para que no se cruzaran en los paseos.
El presentador Tom Brokaw incorporó preguntas del público recibidas por e-mail pero tuvo que contenerse para no cuestionar las respuestas de los candidatos, según las normas. Al final, puede que no sea el contenido de sus respuestas las que trasciendan a la historia, sino gestos como aquel famoso de mirarse continuamente el reloj que le costó a George Bush padre perder su debate con Bill Clinton, en el mismo formato 'town hall' que se aplicó anoche.