ya están en libertad

Un hombre se entregar tras secuestrar a 43 personas durante más de cuatro horas en un edificio de Guatemala

Parece que el agresor actuó "movido por los celos" y que su objetivo inicial era matar a su ex esposa y a la nueva pareja de ésta

GUATEMALA Actualizado: Guardar
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El hombre atrincherado hoy en un edificio de Guatemala ha dejado en libertad a los 43 rehenes que ha retenido durante más de cuatro horas. El secuestrador, que amenazaba con hacer explotar una bomba, se ha entregado a las fuerzas de seguridad, a los que había pedido horas antes un ordenador portátil con conexión a Internet y comida para los secuestrados.

El secuestrador, identificado como el guatemalteco Luis Fernando Escobar Martínez, de 29 años, ha sido persuadido por un grupo de cinco agentes especializados de la Policía Nacional Civil (PNC) para deponer su actitud sin que ninguno de los rehenes sufriera daños. "Será trasladado a un centro asistencial para recibir atención psiquiátrica y luego consignado a los tribunales", ha declarado el oficial de la PNC Pablo Castillo.

Escobar Martínez mantuvo retenidos durante más de cuatro horas a 43 empleados de un centro de llamadas telefónicas que funciona en el edificio Tetra Center, ubicado en un sector de oficinas del sur de la capital. Versiones no confirmadas por las autoridades señalan que el agresor ha actuado "movido por los celos" y que su objetivo inicial era matar a su ex esposa y a la nueva pareja de ésta, quienes trabajan en el edificio.

Los rehenes han sido evacuados de uno en uno del edificio por los cuerpos de socorro, que atendieron a más de una decena de ellos con crisis nerviosa. "No hay ninguna persona herida ni golpeada. Hemos decomisado un arma de fuego y un supuesto explosivo, el cual analizaremos para determinar de qué se trata", ha precisado Castillo.

Disparó a un vigilante

Según el informe de la PNC, Escobar Martínez ha entrado en el edificio a las 19.00 hora local del lunes (01.00 GMT del martes), y ha disparado en una pierna a un agente de seguridad privada que le ha intentado impedir el paso. Uno de los rehenes liberados ha afirmado a la emisora de radio Sonora que el secuestrador "en todo momento nos trató bien, no nos golpeó ni insultó. Sólo nos pidió quedarnos tranquilos".

"Después de hablar durante unos minutos con unas personas que ingresaron a la oficina, se acercó a nosotros y nos dijo que nos podíamos ir", ha agregado. Más de un centenar de agentes de la PNC, especialistas en situaciones de crisis y en desactivación de explosivos, han permanecido en las afueras del edificio, a la expectativa de lo que pudiera ocurrir. Con el apoyo de un equipo especial de militares, los agentes de la PNC y socorristas hicieron una revisión en el edificio en busca de posibles explosivos.

Centenares de curiosos y familiares de los rehenes se concentraron en las afueras del edificio, pese a las advertencias de las fuerzas de seguridad para que evacuasen el área.

El último caso similar registrado en Guatemala, según la PNC, ocurrió hace mas de 20 años, cuando un asaltante intentó robar una sucursal bancaria del norte de la capital guatemalteca, y al ser sorprendido por las fuerzas de seguridad retuvo como rehenes a cerca de quince empleados a los que amenazó con una granada. Diez horas después, el asaltante fue capturado tras ser convencido de entregarse.