Llamazares pide a IU que sea «amable» con la crisis política de la formación
Ocho años después de asumir el liderazgo de Izquierda Unida, la época de Gaspar Llamazares al frente de la formación ya tiene fecha de caducidad. El 25 de octubre, en la Asamblea regional de su partido en Asturias, feudo natural del político, Llamazares hará efectiva su dimisión como coordinador general. Ayer hizo un llamamiento al partido para que se muestre «unido y amable» con la crisis política que ha dejado a IU al borde del abismo.
Actualizado:Gaspar Llamazares explicó que con su renuncia antes de la IX Asamblea Federal, que se celebrará el 15 y 16 de noviembre, pretende evitar que el cónclave se convierta en el del «reproche y del retrovisor» y de este modo impulse la «refundación» de la formación.
Además, el coordinador general quiere «despejar cualquier duda» sobre la posibilidad de que tenga «un plan B» en la citada asamblea, en la que se elegirá al próximo dirigente de la organización. Las últimas palabras de Llamazares fueron dirigidas a cerrar en la medida de lo posible la profunda herida que ha dinamitado el partido tras las pasadas elecciones generales, al destacar que la formación debe revisar «los límites de la crítica interna», en clara referencia a la campaña de acoso que ha sufrido desde el sector comunista, liderado por Francisco Frutos y Felipe Alcaraz.
Llamazares ya anticipó su dimisión la misma noche del 9 de marzo, cuando reconoció el «fracaso sin paliativos» en los comicios nacionales, al caer del 4,96% al 3,77% de los votos y perder tres de los cinco diputados con los que contaba la formación.