Los ojos que reconocían la belleza eterna
El restaurante El Escenario acoge una exposición de Angelo Frontoni, el fotógrafo que desnudó a las grandes actrices de los 50, 60 y 70
Actualizado: Guardar«Algo debe cambiar para que todo siga igual». La frase lampedusiana, además de ser una de las citas más célebres de la literatura del siglo XX, podría resumir la carrera profesional del genial fotógrafo italiano Angelo Frontoni (1929-2002), el retratista de las estrellas de cine de las décadas de los 50, 60 y 70. Su peculiar mirada modificó la forma de perpetuar la imagen de las grandes actrices de la época para que en éstas perdurara eternamente ese halo divino, casi prohibido, que las mantiene inalcanzables. Cuando desnudó a Úrsula Andress, la primera en hacerlo frente a una cámara después de Marylin Monroe, Frontoni revolucionó al mundo. Hoy, 50 años después, la espectacular belleza de sus modelos permanence inalterable. Suyos son también los posados artísticos de una joven y sensual Virna Lisi y el de Anita Ekberg, para los que empleó tres días de trabajo y cincuenta rollos.
Antes, su objetivo ya se había fijado en la exuberante Gina Lollobrigida y en la sonrisa pícara de Sofía Loren. A partir de ahí, Frontoni retrató y entabló amistad con grandes del celuloide como Claudia Cardinale, Catherine Deneuve, Audrey Hepburn, Brigitte Bardot, Alain Delon, Ava Gardner, Marlene Dietrich o Romy Schneider. Durante todo el mes de octubre el Restaurante El Escenario alberga una exposición compuesta por una treintena de estas fotografías procedente del archivo privado del artista Enrique del Pozo, socio del bar enclavado en la calle Honduras.
La muestra documenta además, algunos de las escenas más brillantes del cine europeo, rubricadas por Visconti, Fellini o Rosellini. Vacaciones en Roma, Muerte en Venecia, Matrimonio a la italiana o la misma versión cinematográfica de El Gatopardo, impulsaron la trayectoria del fotógrafo italiano. «Los directores permitían que Frontoni entrase en los rodajes porque empleaba técnicas para evitar el sonido de los disparos de la cámara», subraya Del Pozo. Sin embargo, la fama del retratista empezó a levantar mucho ruido en EE UU, por lo que pronto fue requerido por los estudios hollywoodienses para inmortalizar los fotogramas de Ben Hur o West Side Story, entre otras películas. El italiano captó también la sensualidad patria de Sara Montiel, Victoria Abril, Ángela Molina o Miguel Bosé. Sin utilizar retoques y con la luz como única herramienta, Frontoni supo plasmar el encanto y armonía de los rostros y cuerpos de dos generaciones de artistas.
Poco antes de morir, en 2002, la cámara de Angelo Frontoni se fijó de nuevo en su gran amiga Sofía Loren, que reaparecía tras una larga enfermedad. Y entonces, como en los 50, todo seguía igual.
Esta exposición ha visitado ya Córdoba, Valencia, Valladolid y Bilbao y algunas de sus piezas también se pueden ver desde ayer en el barrio madrileño de San Blas una muestra compuesta por otras cien imágenes de la mítica y envidiada mirada de las estrellas.