Ídolos de ¿quinceañeras?

«Les seguimos desde que empezaron. Nosotras somos más bien luqueras», reconocen Mamen y Ana, que a sus 26 y 22 años, aseguran haber crecido con las canciones de Andy y Lucas, de visita en la ciudad. «Mi marido está viendo ropa, pero siempre nos lleva y nos trae a todos los conciertos», comenta una de las amigas, al tiempo que su compañera confiesa haber seguido a la banda hasta Madrid o Lanzarote.

Como ellas, muchas veinteañeras tiran por tierra el mito de que las fans histéricas que llenan las pantallas de los telediarios gritando y desviviéndose por los huesos de sus ídolos son siempre adolescentes inmaduras y enamoradizas. Sólo había que darse un paseo ayer por la tarde por el Corte Inglés de Cádiz para darse cuenta de que la realidad es bien diferente. Allí, una patulea de jóvenes gaditanas dieron la bienvenida a sus embajadores, que firmaban con gran destreza todo lo que se ponía ante ellos: fotos, pósters, camisetas, bufandas del Cádiz C. F....

«Me gustan sus letras, son muy bonitas y te identificas fácilmente con ellas», cuenta Fátima, de 16 años, que asegura saberse ya todas las canciones de Con los pies en la tierra, el cuarto disco de Andy y Lucas, que vio la luz el pasado 30 de septiembre. «Mi favorita es Princesa, porque habla de una chica de 20 años que se enamora por primera vez». Esto demuestra que el dúo gaditano conoce perfectamente su target, como dicen en el argot publicitario.

«Las letras dan en el clavo», afirma Irene, en alusión a las historias que suele rescatar la pareja en sus canciones: amor, desamor, soledades, infidelidades... «Yo tengo cuernos, y ¿quién no los tiene?», sentencia esta joven fan.

Junto a ella, uno de los pocos seguidores masculinos de la banda confiesa no gritar «porque me da corte», mientras se aferra al nuevo álbum de los gaditanos. En el improvisado escenario, Andy -vestido con una corbata fucsia estilo punk- y Lucas -sudando ante tanto frenesí- se afanan en contentar a sus devotas seguidoras. «Hemos estado seis horas haciendo cola», cuentan Samara y Cinthya, las primeras en ver a sus ídolos de cerca. «La verdad es que son super buena gente», sentencian.

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