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Un despertar muy movido
Buena parte de los vecinos de Algodonales, Puerto Serrano y Prado del Rey se despertaron por el movimiento del terremoto que se produjo en Morón
Actualizado: GuardarBuena parte de los vecinos de la Sierra se encontraron ayer con un compañero de cama de lo más inesperado. Concretamente, con la sacudida que provocó un terremoto de 4,7 grados en la escala Richter, que se dejó sentir, a las 6:02 horas, en las provincias de Sevilla, Cádiz, Córdoba, Málaga y Jaén. Todo se quedó en un susto y en el tema principal de conversación durante el desayuno y buena parte de la mañana.
El epicentro del seísmo se localizó al suroeste de Morón (Sevilla), y tuvo tres réplicas a las 6.05, 6.08 y una más fuerte, de 3,5 grados en la Escala de Richter, a las 7.15 horas, según indicó el Instituto Geográfico Nacional (IGN). Además, fue precedido por dos de menor magnitud, uno a las 2 horas y otro a las 4 horas. Su epicentro fue «muy superficial» con profundidades de «entre 5 y 10 kilómetros», y se dejó sentir en las poblaciones serranas de Puerto Serrano, Prado del Rey y Villamartín. Incluso muchos vecinos de Jerez aseguran que ayer sintieron el temblor de tierra.
Lo cierto es que el terremoto no distinguió ni de edades ni de clases sociales. Tres jubilados de la localidad villamartinense, Ramón Holgado, Manuel Pavón y Francisco Gil (en la fotografía), departían ayer sobre este asunto a las puertas del Casino Cultural. Ramón aseguraba que «lo he sentido como si alguien se acercara a mí y me moviera la cama, por lo que me desperté al instante». Manuel, sin embargo, aseguraba: «Yo, si te soy sincero, he sentido algo pero no lo había asociado con un terremoto». De hecho, le dijo a su mujer: «Vamos a tener que cambiar la cama o apretarle los tornillos, porque no veas cómo se ha movido al darme la vuelta».
Isabel Perea, otra vecina de la localidad, tampoco lo asoció con un movimiento sísmico; de hecho, «pensé que era cosa de los mareos que a mí me entran e incluso me tomé la pastilla para las cervicales». Aseguró que «fue más tarde, cuando mi hija me llamó para decirme que lo estaban comentando en la residencia de ancianos, que ya supe que había sido un terremoto».
Trabajando le pilló el seísmo a Antonio Sánchez, operario municipal: «Yo estaba en la plaza de abasto y las persianas de los puestos comenzaron a moverse en cuestión de segundos». Añadió que «me asusté bastante y salí corriendo a la calle, allí me encontré a un policía, que me preguntó si también lo había sentido». Otros vecinos también percibieron este suceso. Ése es el caso de Mateo Palacines, un soldador de 54 años, que aseguró que «he oído los cristales de mi casa vibrar, pensé que había sido el viento o un coche pero me di cuenta de que la tierra se había movido, porque no es la primera vez hay uno por esta zona». Mientras que José María Giráldez, albañil de 52 años, asegura que «me desperté con el movimiento, encendí la luz y vi que la lámpara se estaba moviendo».
Susto en Puerto Serrano
Por su parte, Los vecinos de la localidad de Puerto Serrano no han parado de repetir la palabra «susto» en cafeterías, mercados y reuniones. «Yo no atinaba a encontrar el interruptor de la luz y la cama no paraba de moverse», explica Marta, una joven que vive desde hace cuatro años en la localidad. «Es la primera vez que vivo un terremoto y no sabía qué hacer. Ha sido muy poco tiempo, pero te asustas y después ya no puedes dormir con los nervios», añadió.
En la vivienda del taxista Andrés Román, la alarma la ha dado su hija. Sobre las 6 de la mañana ha notado el temblor y ha avisado a sus padres, que aún dormían plácidamente. «No hay grandes destrozos, algún cuadro se ha movido y la lámpara que iba de un lado hacia otro, pero el susto no te lo quitan. Hoy (por ayer), en el pueblo, es el tema de conversación».
Un terremoto «normal»
El IGN asegura que «el terremoto registrado en Morón es normal para la zona en que ha sido, al igual que el de la intensidad de las réplicas». Estas últimas alcanzaron hasta los tres grados. Por otro lado, aseguraron que «no se sabe cuántas réplicas puede haber, ni cuánto tiempo puede durar», ya que en enero de 2007 se registraron movimientos sísmicos cuyas réplicas se repitieron hasta ocho días después. Este seísmo ha provocado que el teléfono de emergencias 112 de Andalucía haya recibido más de 40 llamadas, sin que se tenga constancia de ningún daño personal o material importante, salvo pequeñas grietas en Morón. Desde este servicio compararon la magnitud del mismo con «la producida por el paso de un camión pesado con carga», que puede ser percibida por «personas en el interior de los edificios y por algunas en el exterior», así como que «ventanas, puertas y vajillas vibren».
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