La clave está en el cariño
Los secretos culinarios de Ángel Pantoja han propiciado el éxito del nuevo Mesón del Asador, ubicado en el antiguo Los Caracoles
Actualizado:El bar de Los Caracoles fue algo más que un establecimiento donde se servían frías cervezas en jarras y paquetes de patatas. Fue el sitio que eligieron varias generaciones de jerezanos como lugar de encuentro para las mañanas del domingo o para cualquier mediodía caluroso.
El próximo mes de enero se cumplen dos años de la reapertura del local. Pero el establecimiento ya no lleva el clásico nombre de Los Caracoles. Ahora es un mesón asador donde Ángel Pantoja desarrolla su trabajo como jefe de cocina.
Basta entrar al mediodía para observar cómo se ha puesto la barra de clientes que toman una cerveza y se comen un pinchito o una tapa de carne a la brasa. Uno de los artífices del éxito es este cocinero jerezano que lleva toda la vida entre fogones. «Lo fundamental en la cocina es hacer las cosas con mucho cariño. Ahí creo yo que se descansa la cocina de calidad. En ocasiones, como vengas a trabajar con pocas ganas, se nota en la forma de cocinar. No es lo mismo», asegura Pantoja.
El cocinero del nuevo Mesón del Asador se ha paseado por buena parte del mapa como buen profesional. No existen cocineros buenos que no hayan hecho, al menos, los mismos kilómetros que el baúl de la Piquer. Formentera, Marbella y El Puerto de Santa María han sido algunos de los lugares donde Ángel ha estado trabajando. «Y el Mesón El Coto, de Paco Ruiz Méndez, con quien aprendí el oficio», subraya con cariño Ángel Pantoja.
Vanguardia
Y en cuanto a la cocina vanguardia, una respuesta directa por parte de quien también lleva toda la vida dándole de comer al público diariamente. «Respeto, por supuesto, a las nuevas tendencias. Y además son originales. Pero la comida de toda la vida es lo mío. Un plato con tan poca comida no va conmigo», afirma. Y tras hacer sus compras para una buena paella en la plaza de abastos, se nos pierde calle Algarve arriba.