La meta de reducir a la mitad las emisiones de CO2 para 2050 implicaría un 50% de energía eléctrica renovable
Hoy por hoy sólo el 18% de la electricidad procede de energías 'limpias', por lo que el esfuerzo conjunto para alcanzar esa meta globan ha de ser aún "inmenso", estima la AIE
BERLÍN Actualizado: GuardarEn 2050 la mitad del suministro eléctrico global deberá provenir de energías renovables si se quiere alcanzar el objetivo de reducir a la mitad las emisiones de dióxido de carbono (CO2), según un estudio de la Agencia Internacional de Energía (AIE) presentado hoy en Berlín (Alemania). Lograrlo es cuando menos difícil, porque actualmente sólo el 18% de la electricidad es generada por alguna fuente de esas 'limpias' características.
Por lo tanto, el esfuerzo para conseguir el citado objetivo todavía deberá ser "inmenso", ha subrayado el director ejecutivo de la AIE, Nobuo Tanaka, en rueda de prensa. "Sólo una cantidad muy limitada de países ha puesto en práctica políticas de apoyo a las renovables eficaces, y todavía queda un amplio potencial para mejorar".
El estudio de la AIE analiza la evolución de las energías renovables en los 35 países pertenecientes a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), además de los emergentes Rusia, China, Brasil, Sudáfrica e India, y toma como base de cálculo el año 2005.
Los resultados del informe ponen de manifiesto que los países en cuestión todavía están lejos de aplicar políticas que conduzcan a la cuota deseada de renovables. La energía solar, por ejemplo, debería crecer en un 400% hasta el año 2050 en el conjunto de los citados países. Para la AIE, todo ese conjunto de países debe poner en marcha medidas para atraer inversiones en el campo de las renovables, que incluyan una subvención transitoria.
Claroscuros de España
España es uno de los países que, a fecha de 2005, más habían hecho en el sector de las eólicas, y junto con Portugal, Alemania y Austria, figura entre las naciones con el mejor balance entre efectividad y eficiencia, es decir, con un buen equilibrio entre lo que cuesta fomentar esta fuentes y el rendimiento de éstas.
En los campos de la biomasa y la energía solar, el balance de España es, en cambio, mucho peor, siempre tomando como base 2005.