El Granada deja de ser un equipo blando
Actualizado: Guardarranada ha dejado, por el momento, de tener pinta de blandiblú. Aquel líquido viscoso con el que jugaban los críos de hace un par de décadas y que se asemejaba a una plasta mucosa. Una sustancia frágil y maleable, correspondiente con los rojiblancos cuando el asunto en juego no iba acorde a sus intereses. Si ayer hubieran tenido la moral blandengue, el gol del Puertollano les habría resquebrajado. Pero el Granada se recompuso con orden, empató pronto, contuvo a un rival poderoso y le dio con la maza en los segundos previos al descanso. Más tarde, los granadinos pusieron la puntilla y el gol de Tariq no sirve de nada. / L. V.