El Barcelona supera al Espanyol en un derbi marcado por la polémica
El Barça se llevó el derbi catalán más polémico de los últimos años ante el Espanyol (1-2). La patética actuación de Medina Cantalejo, le regaló un gol a los locales y un penalti a los visitantes en el último suspiro, y las bengalas lanzadas por los Boixos Nois a la afición blanquiazul tiñeron de luto un partido dominado a placer por los azulgrana en la primera mitad pero que se tornó algo alejado del deporte durante la segunda.
Actualizado: GuardarMenuda cara de desesperación se les quedó a los jugadores azulgrana cuando enfilaron el túnel de vestuarios al término de la primera mitad. Le habían pegado un baño de fútbol al Espanyol como no se recordaba en las últimas temporadas. Entradas por la izquierda, por la derecha, disparos lejanos, combinaciones gestadas en una infinidad de pases y sobretodo un control exhaustivo de la situación. Un cúmulo de cualidades que de nada les servía ya que encaraban el descanso en desventaja. Pero Medina Cantalejo echó una mano a los azulgrana con la expulsión de Nene tras el descanso.
Guardiola atacó la ventaja numérica con una táctica sorprendente. Piqué y Puyol cerraban la defensa azulgrana. Nadie por la izquierda ante la ausencia de delanteros blanquiazules. El técnico ponía toda la carne en el asador. Eto'o y Bojan, a escena. Con el autobús frente a Kameni, el Espanyol salía indemne gracias al camerunés que resolvía con acierto un remate de Eto'o. El asedio, salvo las esporádicas arrancadas de Coro que aliviaban a los locales, tenía tintes heroicos. Henry remataba al palo. La igualada tuvo que llegar en una recuperación desde la zaga azulgrana que Xavi envió a un Henry, que gracias a un rebote entre Jarque y Kameni, acabó en el primer tanto liguero del francés. Todo indicaba que el empate cerraría el partido pero otra vez Medina Cantalejo salía de la cueva para pitar una pena máxima inexistente sobre Eto'o. Messi agradecía el regalo para cerrar la victoria azulgrana.