REUNIÓN. Medio centenar de cargos públicos del PSOE acudió ayer a la cita. / VÍCTOR LÓPEZ
Ciudadanos

El PSOE impone a sus alcaldes y concejales apretarse el cinturón con un plan de ajuste El PP también recorta

Reducirán gastos en ayuntamientos y se congelarán el sueldo El consistorio de Barbate prevé recortar un millón de euros

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Contención del gasto y austeridad. Ambas palabras serán el eje de los próximos presupuestos locales que aprobarán los ayuntamientos entre noviembre y diciembre. La dirección socialista citó ayer en la sede provincial de Cádiz a sus alcaldes y concejales para abordar la situación económica que se avecina y estudiar medidas para afrontarla a nivel municipal. En resumen, abrocharse el cinturón que vienen curvas y que sean los cargos públicos quienes den un ejemplo, aunque sea simbólico.

El mensaje que trasmitió tanto el vicesecretario general del PSOE en Andalucía, Luis Pizarro, como el secretario provincial, Francisco González Cabaña, fue claro y tajante: «congelación de sueldos y reducción de gastos».

Los socialistas han elaborado dos mociones que presentarán en los plenos municipales, previos a la elaboración de las cuentas locales. Así, una de las consignas que se llevó grabada el medio centenar de asistentes a la cita fue que de subida salarial nada de nada. Los sueldos de los alcaldes, concejales y cargos de confianza quedarán congelados. La siguiente medida para capear el temporal y sanear las arcas municipales es el de la reducción del gasto corriente. Los ayuntamientos tendrán ahora que elaborar planes especiales para atajar gastos en luz, agua, teléfono, protocolo y fiestas populares, entre otros.

Cabe destacar que cinco ayuntamientos de la provincia figuran entre los 27 más endeudados de Andalucía, según el último informe de la Cámara de Cuentas. Se trata de Jerez, Sanlúcar, Algeciras, La Línea, San Fernando y El Puerto. Uno de los municipios de menos de 50.000 habitantes con graves problemas de liquidez es Barbate. Su alcalde, el socialista Rafael Quirós, se encontraba ayer en la reunión que se celebró en la sede de San Antonio y reconoció a LA VOZ que su ayuntamiento ya ha puesto en marcha un plan de choque. Quirós confirmó a este periódico que el ajuste ha obligado a reducir las contrataciones de personal y a rebajar gastos de mantenimiento.

El Ayuntamiento de Barbate tiene serias dificultades para afrontar el pago de las nóminas de sus 410 funcionarios que se llevan unos 600.000 euros mensuales. Su alcalde achaca esta situación «a la herencia del despilfarro que generó el PP» y que encontró cuando accedió el año pasado a la Alcaldía. Reconoce que puede pagar los sueldos de los funcionarios gracias a un adelanto que hace Diputación a costa de los impuestos que gestiona. Quirós prevé recortar un millón de euros en un año gracias a recortes en teléfono, luz, agua y protocolo.

El segundo tema de debate fue la financiación municipal. Cabaña y Pizarro confirmaron que no habrá mermas en gastos sociales y aseguraron que los proyectos de inversión comprometidos con la provincia de Cádiz seguirán adelante. En este sentido, Pizarro destacó que la Junta ha puesto sobre la mesa un fondo de cooperación para acelerar contratos de obra pública con los que mitigar la crisis que asola al sector de la construcción.

jrodriguez@lavozdigital.es

El anuncio que hizo ayer la cúpula socialista de la provincia de reducir gastos en los ayuntamientos es una medida que también ha suscrito el PP. Sus responsables públicos también darán ejemplo. Así, su secretario de Organización, Daniel Nieto, confirmó a este periódico que su partido ha aprobado un plan de contención y ajuste presupuestario que incluye, entre otros asuntos, la congelación salarial de los cargos públicos. Este plan, adelantó Nieto, ya se lleva a cabo en ayuntamientos como el de Cádiz y San Fernando. El PP celebrará la próxima semana una reunión intermunicipal a la que están llamados alcaldes y concejales para tomar medidas frente a la crisis. Nieto subrayó que de lo que se trata es de recortar en los ayuntamientos sin que se vean mermadas las inversiones. De esta forma, adelantó que la tijera se meterá en el gasto corriente, es decir, en las facturas de luz, agua, teléfono y protocolo.