GANADOR. García Cárcel recibió ayer la noticia. / LA VOZ
Cultura

Ricardo García Cárcel logra el Premio de Ensayo Caballero Bonald 2007

El historiador pone a prueba en 'El sueño de una nación indomable' todos los mitos de la Guerra de la Independencia «que parecen eludir la verdad histórica»

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Daoíz y Velarde, Palafox, Agustina de Aragón, El empecinado, Espoz y Mina, Álvarez de Castro, Bailén, Barcelona o Wellington. Ricardo García Cárcel (Valencia, 1948) forma parte de esa generación de españoles que cultivó su «educación sentimental» en la épica de los grandes nombres (de las grandes ideas, de los grandes conceptos y valores) de la Guerra de la Independencia. Su padre, «maestro de escuela», le enseñó las nociones básicas de un relato fundamental que se presta, como todos los episodios críticos de la Historia, a la distorsión, a las suposiciones, a las medias verdades y a la exageración, hasta que acaban por construir un imaginario completo, una falsa epopeya que rueda paralela a la verdad, con sus propios e intocables dogmas de fe.

García Cárcel se atrevió en El sueño de una nación indomable (Temas de hoy) a cuestionar todos esos mitos, a diseccionar su origen y evaluar sus efectos, y su valentía le ha valido el Premio Internacional de Ensayo Caballero Bonald. «No lo acabo de metabolizar», bromeaba ayer el galardonado, a las puertas de un clínica de Barcelona donde ingresó el miércoles por «un problema menor». El autor espera, sobre todo, que el prestigio del reconocimiento sirva para «relanzar un libro que nació con la vocación de satisfacer una expectativa intelectual propia» y que, no obstante, «se ha hecho con un inesperado espacio entre los lectores».

La decisión del jurado, adoptada por mayoría, fue hecha pública a media mañana en la Casa de América por su portavoz, José Carlos Mainer, quien subrayó «la capacidad de síntesis» con que García Cárcel trata «un gran asunto histórico», que afronta «desde diferentes perspectivas» y con «un estilo claro y riguroso». Entre las 19 obras finalistas de las 92 seleccionadas para el Premio de Ensayo Caballero Bonald, el jurado se decantó por la vencedora «por haber hecho algo que no todos los historiadores hacen ni pueden hacer: tratar un tema importante y hacerlo con voluntad de ensayista, de hombre que sabe sintetizar y que dice siempre algo nuevo al respecto eludiendo el tópico y los lugares comunes». Como explica el historiador, El sueño de la nación indomable es un repaso a «los abundantes mitos que ha generado la Guerra de la Independencia, espejos de la épica colectiva española», incluyendo aquellos «conceptos que se subliman en esa etapa, fundamentalmente los mitos de nación, revolución y libertad».

García Cárcel, después de haber sometido toda esa epopeya «a una lectura documental y testimonial crítica», habla del 2 de mayo como «un remake del motín de Aranjuez» y cuestiona abiertamente las diferencias entre patriotas y afrancesados, en muchos casos puramente coyunturales. «¿Qué fue Goya?», se pregunta, para demostrar la estudiada ambigüedad de muchos de los protagonistas. «Hasta Jovellanos fue un patriota dubitativo», sentencia.

La Constitución y Bayona

Para este catedrático de Historia de la Autónoma de Barcelona, la Constitución de Cádiz es «en muchos aspectos, menos avanzada que los acuerdos de Bayona».

Ni todos los héroes fueron héroes ni todos los villanos, villanos. José I «aspiró a ser querido por los españoles, el buen rey que tanta falta hacía, y se creyó su papel hasta el punto de enfrentarse con su hermano». O Godoy, quien «vendió a la sociedad la imagen del hombre que podía encarnar el cambio necesario, y a los reyes la del hombre sin miedo».

José Manuel Caballero Bonald, que no ha formado parte del jurado, afirmó que El sueño de la nación indomable es «un excelente libro de Historia, que puede leer todo el mundo», a la vez «una de las aportaciones señeras» a la conmemoración del Bicentenario de 1808.

dperez@lavozdigital.es