De los mil usos

Jerezanos sin voz. Cargados de copas verdes y sujetos a la tierra de la ciudad gracias a sus gruesos troncos. Volvemos a los árboles porque siempre hay algo interesante que aprender de ellos. Jerez verde, ciudad con gran patrimonio arbóreo, y para darles voz aquí está esta sección. Hoy nos detenemos en el Aligustre, y volvemos de nuevo al precioso jardín botánico de Villa Victorina en la bodega de González Byass. A pesar de ser un árbol con bastante presencia en la ciudad, éste de Villa Victorina es uno de los más interesantes.

Su edad aproximada es de unos cuarenta años, y se encuentra en la altura máxima que suelen tener: unos diez metros aproximadamente. Intenta el Aligustre asomarse por encima del enrejado que da a la Alcubilla y observar la vida de la ciudad.

Se trata del árbol de los mil usos. Desde la Delegación de Medio Ambiente se publica sobre este árbol que «con su madera se realizan objetos torneados». Por otro lado, y gracias a ser astrigentes, «sus hojas y otras partes verdes se usan contra la diarrea. Sus frutos se han usado como colorante para vinos y son muy apreciados por algunas aves insectívoras».

Se aprovecha

Nos encontramos ante uno de los árboles más desprendidos. El Aligustre originario del Japón pasó a introducirse en China. Posteriormente llegó a Europa llegando a ser plantado como ornamento de muchas calles desde mediados del siglo XIX.

En Villa Victorina podemos ver el gran Aligustre. Un jerezano sin voz pero con voto. Dicen de él que su nombre lo toma como derivación del verbo latino Ligare que significa atar. Y esta asignación semántica la toma por el hecho de tener unas ramillas jóvenes muy flexibles, usándolo los antiguos para atar cualquier objeto. El Aligustre jerezano de Villa Victorina está también atado a la ciudad.