Jerez con un poco de Tequila
Los Delinqüentes fueron los amos de una noche en la que los argentinos demostraron que el rock no envejece
Actualizado: Guardar«Y el niño aquel / que tú eras antes... se fue / no está y aunque eres el mismo / ya no es igual / pareces distinto / debes buscarlo lo vas a encontrar». Cuando los Tequila entonaron casi al final de su actuación los acordes de su nuevo single, Que el tiempo no te cambie, no sólo defendieron que los 25 años que han estado separados no les han hecho mella, sino que lanzaron un mensaje a todos sus seguidores, los de aquella época, que gritaron como posesos para reivindicar que los rockeros nunca envejecen.
Pero ni el regreso de un mito de la música pudo hacer sombra al huracán jerezano. Y es que la noche que los Tequila, capitaneados por los originarios Alejo Estivel y Ariel Rot, se reencontraron con Jerez tuvo sabor, color, entusiasmo y devoción garrapatera. Sin duda, cuando juegan en casa Los Delinqüentes son los amos del cotarro, y da igual los años de música, de escenarios y de grandes temas que los argentinos tengan: el público ya tenía claros a sus ídolos en la Alameda Vieja.
Un inesperado cambio de guión hizo que los primeros en saltar a escena en el concierto de cierre de las Fiestas de la Vendimia patrocinado por LA VOZ fueran precisamente Tequila, lo que convirtió más aún en protagonista al grupo del Marcos del Ojo Canijo y Diego Pozo Ratón y le hizo un flaco favor a los granadinos TNT, que poco pudieron hacer ante el escaso público que aguantó la avalancha que se alargó hasta altísimas horas de la madrugada.
Antes sí hubo multitud, más de 6.000 personas que disfrutaron con Tequila, con la complicidad que siguen teniendo Rot y Estivel y que cantaron a pleno pulmón clásicos como Quiero besarte, Dime que me quieres o Salta. Con ellas, las nuevas generaciones pusieron rostro a esas canciones que también ellos se han hartado de escuchar.
La locura absoluta llegó con Los Delinqüentes, que salieron a escena con toda su parafernalia festiva, bromista y carnavalera para meterse a todos en el bolsillo. La conexión con los que abarrotaban la Alameda Vieja fue absoluta, y emotiva con temas como El aire de la calle o Nube de pegatina, que sirvieron de homenaje al desaparecido Migue Benítez. En medio, buena música, guasa y alguna aparición sorpresa como la del músico Rockberto, de Tabletom, o el actor Pablo Carbonell.