Cuando en una casa nacen más de tres
La tradición de las familias numerosas en la sociedad jerezana sigue vigente, a pesar de las dificultades económicas a las que se enfrentan hoy en día
Actualizado:Pertenecer hoy en día a una familia con más de tres hijos es algo poco habitual. Los matrimonios formaban en tiempos pasados un hogar con un amplio número de descendientes, pero, sin embargo, la sociedad actual ha cambiado en ese sentido. La realidad ha demostrado las dificultades que existen a la hora de criar a un niño, y, aunque es menos frecuente, aún son muchas las unidades familiares residentes en Jerez y en el resto de España que tienen tres o más hijos.
La Federación Española de Familias Numerosas es una entidad que trabaja en la defensa de estos núcleos. Lleva su voz ante las administraciones públicas trasladando sus problemas y necesidades. Su labor se centra en informar, asesorar y conseguir beneficios para mejorar la calidad de vida de este tipo de familias. A través de asociaciones provinciales y municipales, está presente en muchos puntos del país y son innumerables las iniciativas que se llevan a cabo en cada una de ellas. Pero las dificultades no cesan. «El problema es que, tal y como está concebida la política, no se tiene en cuenta a las familias numerosas», comenta la presidenta de la Asociación de Cádiz, Rosario Galera. «Es verdad que no hay tantas como hace años, pero es que las condiciones no nos favorecen», añade. La tarea de esta entidad es constante, porque «un país lo levantan los hijos, eso está claro, pero como sigamos así es inevitable que la población envejezca», aclara la presidenta provincial.
Entre las princiaples reivindicaciones de esta federación está la ampliación de la baja de maternidad hasta seis meses, el incremento del gasto público en familia o el mantenimiento de la condición de familia numerosa hasta que el último de los hijos cumpla la edad límite.
Un ejemplo jerezano
Manolo Pareja es el secretario de la Federación de familias Numerosas en la provincia de Cádiz desde hace cuatro años. Este jerezano tiene cinco hijos y se considera muy afortunado, aunque piensa que hay muchas cuestiones que se podrían mejorar. «Hay familias que están muy bien económicamente y pueden permitirse todos los hijos del mundo, pero hay otras que no están bien y no se lo pueden permitir, así como otras que intentan amoldar lo que tienen a sus hijos. Yo a los míos ni les puedo dar todo ni tampoco se lo quiero dar», comenta Manolo.
Pero el hecho de pertenecer a una familia numerosa puede llegar a tener más aspectos positivos que negativos. Para Manolo está claro: «Ventajas todas, nosotros no nos consideramos nada especial. Lo bueno que tiene es que la familia se nutre mucho más, es más rica y los niños se crían mejor en todos lo niveles de transmisión de valores y de educación». La mayor desventaja es la económica. «Nosotros estamos más penalizados», añade.
La tan cacareada crisis económica también ha salpicado en gran medida a estos núcleos familiares. Los gastos aumentan, «nos tenemos que apretar el cinturón más que muchas otras familias. Dicen que la inflación afecta a todos por igual, pero eso no es así. Afecta a todos, pero no igual», comenta este padre de familia numerosa.
María, de 16 años; Marta, de 8; Blanca, de 5; Manolo, de 4 y el pequeño Fernando de 2 años y medio, son cinco hermanos que han aprendido a convivir en familia y que saben apreciar el esfuerzo de sus padres día tras día. De esta manera saben que el orden y la organización son principios básicos en la vida, sobre todo en la que a ellos les ha tocado vivir. Y en su casa esto es esencial, porque «en tiempos de colegio todos madrugan y tienen que hacer su cama y vestirse solos», explica Manolo Pareja.
La colaboración entre hermanos es algo que estos pequeños tienen asumido. Según explica su padre, se ayudan mucho: «Es curioso, cuando están en casa se pelean por los juguetes, pero cuando están en la calle se defienden a muerte».
La dedicación de sus padres es fundamental. «Siempre intentamos estar con ellos y pasar el máximo tiempo en familia. Hay que animarlos y educarlos, aunque suelen hacerse independientes antes que otros niños», explica. «Es importante crearles cierta independencia y esa conciencia de que tienen obligaciones además de derechos», añade Manolo.